Un cuarto de siglo muy sugerente en materia de protección
Decir que el principio de la relación con el cliente del Seguro está en la seguridad es una obviedad que, sin embargo, ha cobrado mayor importancia en estos últimos veinticinco años. El siglo veintiuno está aportando unos cambios importantes a la industria aseguradora, desde aspectos organizativos que se trasladan al cliente, haciendo la gestión de los siniestros más fácil y satisfactoria, hasta la organización de los equipos de back office que, aun cuando no es visto por el cliente, sí que se traslada al mismo en forma de eficacia y mejores prácticas.
Esta dinámica, ya iniciada en los últimos años del siglo pasado, ha sido acelerada por la aparición de las empresas de nuevo cuño integradas en el sector denominado insurtech. Un sector que permite a las empresas aseguradoras decantar sus procesos laterales al core del Seguro, apoyándose en estas nuevas empresas y su especialización y experiencia tecnológica, aportando a los procesos mayor eficacia, mejores tiempos de ejecución y una excelente experiencia de cliente.
Es en ese lado de la cuestión aseguradora donde se centran la mayor parte de los deseos de los clientes, en la experiencia del cliente, que es sin lugar a duda la mayor seguridad que puede ofrecer una aseguradora a su cliente.
Más allá de los nuevos riesgos que nos acechan en esta nueva etapa de la historia, desde los ciber delitos y sus riesgos asociados, los de carácter medioambiental, incluso los que nos afectan en el terreno de la salud, como las pandemias. Más allá de todo esto que el sector está resolviendo día a día de forma eficaz, con la aparición de nuevos seguros para nuevos riesgos, los clientes siguen pidiendo seguridad en la relación con la compañía, esa seguridad cuya organización no se nota, salvo por la satisfacción del contacto y el trámite realizado.
Nuevas coberturas, más seguridad
La tecnología disponible a estas alturas del siglo veintiuno, anima a los clientes a exigir a sus aseguradoras que dispongan de lo último en tecnología para atender sus necesidades apoyadas en esa tecnología; ya no es ciencia ficción que procesos de valoración de daños de un siniestro se realice hoy día mediante el dispositivo móvil del cliente, un smatphone de los millones que tienen nuestros clientes, reduciendo los tiempos de gestión y aumentando la satisfacción del cliente por el trato recibido.
Y por supuesto que el esfuerzo a realizar por las compañías para satisfacer las demandas de seguridad de los clientes, no se pueden olvidar de acompañar al cliente en todos aquellos momentos que pueden poner en riesgo su integridad y que, mediante el uso de la tecnología, es fácil ayudarles a sentirse más seguros. Suelen ser servicios complementarios a las pólizas de seguros personales, o bien para dar cobertura a seguros patrimoniales. En todo caso van más allá de las coberturas básicas y principales de los seguros tradicionales, incorporándose a ellos y ampliando su espectro de cobertura con una orientación clara a la satisfacción por la seguridad, una seguridad que estará en continua evolución en los próximos años, ya que los avances tecnológicos, el incremento del uso de Internet, los hogares conectados y la hiper conectividad personal, aportarán lamentablemente nuevos riesgos que ensombrecerán los beneficios que se obtienen de todo ello, y que el seguro tendrá en su foco para desarrollar nuevas coberturas para la mayor protección de los clientes.