Cuestión de Datos
Miguel Benito
mbenito@miguelbenito.com
Europa apuesta por el dato como materia prima. Hace unos días, Nuria Castañer, responsable de Relaciones Internacionales y de la oficina en Bruselas de UNESPA, además de coordinadora de su Grupo Transversal Digitalización e Innovación, se refería a este asunto en relación al sector asegurador y nos avisaba de dos iniciativas legislativas. La Ley de Datos, ya en tramitación y cuyo objetivo es crear un mercado único de datos para toda la UE, con la pretensión de que se alinee con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Y la propuesta de Reglamento sobre Inteligencia Artificial (IAA), que en el caso del sector se considera de alto riesgo.
El dato se ha convertido en un activo valioso, en el petróleo del siglo, sobre todo por la fuerza trasformadora que se deriva de su análisis. Cuando se acude a la minería de datos se desvelan patrones en grandes conjuntos de datos. Para el seguro siempre fue así; de hecho, esa es una de las bases de esta industria. Como sector rico en información, su conocimiento y acceso resultan imprescindibles para concretar las pólizas y sus condiciones. Entonces, ¿qué ha cambiado? En realidad, el enfoque y su tratamiento. Son el paradigma de la nueva sociedad global digital en construcción. Y son tan valiosos que los cazadores de datos crean perfiles y descubren tendencias.
Pero junto al dato interesa la calidad del dato. Por poner un ejemplo, EIOPA se fijaba en las mejoras conseguidas a lo largo de los años mediante los informes de Solvencia II, y manifestaba que “el indicador de referencia de calidad de los informes anuales pasó del 82% en 2016 al 94% en 2020. Y esa progresiva mejora parece consolidarse para el futuro con el compromiso expreso de la propia EIOPA. Por otro lado, Jon Holtan, director de Operaciones en SpareBak de Noruega, recordaba que la calidad de los datos es un reto: “Los controles y la normalización son cruciales para evitar que un individuo pueda engañar al sistema”.
En una reciente entrevista, el conocido como “godfather” (padrino) de la alfabetización de datos, Jordan Morrow, hablaba de los datos como una herramienta poderosa que permite resolver problemas. Define la alfabetización como “la capacidad de leer, trabajar, analizar y comunicarse con datos”. Sugiere utilizar los datos combinados con nuestras opiniones para que se conviertan en decisiones más inteligentes. Y prosigue que la falta de alfabetización de datos puede impedir a las empresas alcanzar sus objetivos.
Aunque la industria aseguradora tiene un alto grado de compromiso con la digitalización y comparativamente con otros sectores tiene un buen desempeño, la falta de habilidades en analítica avanzada es ampliamente reconocida. Los pronósticos indican un enorme aumento de la capacidad analítica de los ordenadores. Pero los beneficios de la analítica avanzada deberían ser compartidos con los consumidores, que según las encuestas están dispuestos a compartir sus datos si eso conlleva rebaja de precios.
Nuria Castañer recuerda que la transformación digital del Seguro es imparable y que para mantener el liderazgo de los macrodatos, la soberanía tecnológica, el impulso industrial y la competitividad, a los que en su momento aludió Thierry Breton, comisario de Mercado Interior y Servicios de la UE, deben eliminarse los obstáculos a la innovación.