Un estudio artístico en la Semana del Seguro

Iris Global apostó por un planteamiento muy original, proponiendo un taller práctico en el que la sala se convirtió en el estudio de un artista, quien concibió una obra de arte original, en directo y a través de la interlocución con los todos los asistentes.

“Todos tenemos la capacidad de ser creativos. Las corporaciones tienen que ser capaces de diferenciarse y esa diferenciación llega muchas veces de la mano de la creatividad”. Así explicaba Luz Jiménez Orte, directora de Marketing de Iris Global, la premisa en torno a la que se articuló la jornada organizada por su compañía.

Con el fin de explorar ese lado creativo, Iris Global contó con la colaboración de Miguel López-Remiro Forcada, doctor en Estructuras de Arte, licenciado en Economía y diplomado en Filosofía. Ha sido subdirector del Museo Guggenheim de Bilbao y director del Museo Universidad de Navarra y trabaja actualmente como curador, profesor e investigador, colaborando como profesional independiente con fundaciones, museos y universidades. En esta última faceta, al artista celebra charlas y puestas en escena como la que realizó en la Semana del Seguro, donde buscó generar una reflexión acerca del Arte y la Cultura, destacando la importancia de fomentar la creatividad en el entorno empresarial. 

López-Remiro subrayó que impulsar la creatividad de los equipos también refuerza el liderazgo. “Hay posibilidades de generar desde lo no planeado”, afirmó. A partir de esa improvisación, comenzó a crear una obra de arte sobre un mural de papel de pintura pegado en la pared de la sala, utilizando óleo en barra, pinturas pastel, cinta de carrocero y cajas de cartón, con los que generó una creación abstracta.

Mientras que trabajaba en esta obra, pidió a los asistentes que reflexionasen acerca de las piezas artísticas que mejor definan para ellos el sentido del Arte. Transcurridos algunos minutos, solicitó que formasen grupos de cuatro o cinco personas y compartiesen con el resto las obras escogidas, originando así una dinámica en la que los asistentes pudieron explicar los motivos de su elección, identificar las emociones que suscitan dichas piezas, buscar puntos en común con los demás integrantes del grupo y defender sus puntos de vista.

Esta interacción permitió que los asistentes se relacionasen y se conociesen. Y en el caso de aquellos que ya se conocían de antemano, facilitó que hablasen de un tema como el Arte, sobre el que es probable que nunca hubiesen conversado anteriormente. Además, incidió en que se trata de una materia que permite acceder a detalles sobre sus vidas personales, infancia, recuerdos, emociones, etc., facilitando el acercamiento de los interlocutores. 

Después, pidió que un portavoz de cada grupo compartiese sus impresiones, a partir de las cuales explicó las cualidades del Arte, como su diversidad, el poder evocador de recuerdos y emociones, la identificación del espectador con las obras, la capacidad de conmover o de llamar a la acción, etc.

Entretanto, el artista concluyó su obra de arte, cocreada de la mano de las emociones suscitadas a raíz de su conversación con los asistentes y que pasará a formar parte del archivo personal del autor.