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El mutualismo en España agrupa a dos millones de ciudadanos que se benefician del papel protagonista de las mutualidades en la previsión social, “ofreciéndoles productos con buena rentabilidad y costes muy por debajo de la media del sector”, valora el presidente de la Confederación Española de Mutualidades, Enrique Sanz Fernández-Lomana, “muy optimista” sobre el futuro de las mutualidades. En momentos de incertidumbre en lo económico y en lo social, “somos un valor refugio y sólido”, que genera confianza gracias a una gestión “austera, transparente y muy eficiente”. Con la vista puesta en futuros desarrollos del ahorro previsional, este tipo de entidades quieren hacer valer sus fortalezas.
‘ACTUALIDAD ASEGURADORA’ (en adelante ‘A.A.’).- Recién concluido 2022, ¿cuáles son las principales cifras de actividad de las mutualidades y su evolución en este último año?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.- Durante el último ejercicio hemos mantenido un crecimiento estable, en algunos casos muy por encima de la media de incremento del sector, en línea con los resultados de los últimos años. A falta de los cierres contables definitivos, constatamos un aumento en número de mutualistas y en primas y aportaciones. Los activos gestionados se sitúan por encima de los 51.000 millones de euros y el volumen de primas es superior a 2.900 millones. En momentos de cierta incertidumbre en lo económico y en lo social, somos un valor refugio y sólido, proyectando un alto nivel de confianza entre nuestro universo de posibles clientes, fruto de una gestión austera, transparente y muy eficiente en la obtención de resultados.
‘A.A.’.- ¿Qué balance puede hacernos de la labor de la Junta Directiva y de su Presidencia durante su actual mandato?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.- Mi Presidencia se inició en 2019 y pronto nos enfrentamos a la crisis de la Covid-19, que se gestionó eficazmente desde la Confederación, colaborando con aquellas entidades que se vieron más afectadas, particularmente las mutualidades alternativas, coordinando acciones ante las Administraciones para conseguir que las ayudas públicas a los trabajadores autónomos alcanzaran también a los profesionales por cuenta propia del régimen de alternatividad, manteniendo la interlocución tanto con las Comunidades Autónomas como con el Estado.
Estamos a punto de concluir mi primer mandato como Presidente y, pese a las dificultades que ha supuesto la pandemia, hemos progresado en hacer de la Confederación una corporación útil para nuestras asociadas, creando grupos de trabajo internos a través de los cuales se potencie la colaboración entre ellas, en aspectos como inversiones, innovación, tablas de supervivencia o comunicación, y todo ello sin olvidar nuestro objetivo principal de representar al mutualismo de previsión social y defender los intereses del sector en todos los desarrollos normativos que se han producido en los últimos años. Además, hemos reforzado nuestra presencia institucional modernizando nuestra imagen corporativa, aumentado nuestra presencia redes sociales e internet con las facilidades propias del entorno, como nueva web, blog, Twitter, etc.. Y hemos avanzado hacia una Confederación más participativa en la que todas las entidades se sientan confortables.
Enrique Sanz Fernández-Lomana reconoce que 2023 se presenta “con un alto grado de incertidumbre”. A las variables derivadas de los aspectos geopolíticos, económicos y financieros en España hay que añadir que es un año electoral, “con la conflictividad que ello implica a todos los niveles, local, autonómico y estatal”. Todo ello tendrá repercusión, “ralentizando la toma de determinadas decisiones en el ámbito que nos afecta, incluso retrasando a la próxima legislatura cuestiones que exigen una pronta solución”.
Pese a ello, confía en que a lo largo del año se desarrollen la normativa derivada de la Ley de Impulso de los Planes de Pensiones de Empleo y los trabajos de adecuación del sector a las nuevas IFRS y espera que se sorteen las incertidumbres económicas. “Somos muy optimistas en el futuro de las mutualidades, fruto sobre todo de la confianza de nuestros asociados”, concluye.
‘A.A.’.- ¿Cree que el tamaño medio actual de las mutualidades es el adecuado? ¿Veremos a medio plazo más procesos de concentración entre ellas?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.- Es público y notorio que se están produciendo concentraciones en el sector. Afortunadamente, la gran mayoría se están llevando a cabo por decisiones libremente adoptadas por sus órganos gobierno, lo cual está contribuyendo a hacer más sólidas y más fuertes económicamente a las entidades. Las exigencias normativas y formales derivadas de Solvencia II aconsejan la colaboración para fortalecer servicios comunes y, sobre todo, ser más eficaces. Estos procesos de integración, por tanto, es previsible que tengan continuidad, y, en la medida en que sirvan para reforzar y potenciar el mutualismo, serán bienvenidas.
No creo que haya un modelo único y rígido; tenemos que adaptarnos a la evolución de las propias entidades, a las demandas de nuestros mutualistas y a la realidad del mercado, pero en ese entorno tienen cabida mutualidades grandes, medianas y pequeñas. Especialmente en la medida en que sean solventes, rentables y con un nivel de reposición de mutualistas que garantice su continuidad en el tiempo y les permita mirar al futuro con optimismo.
‘A.A.’.- ¿Están sabiéndose adaptar las mutualidades a las exigencias de solvencia que se derivan de la normativa?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.-Desde luego. Creo que puedo afirmar que las mutualidades están ya adaptadas a la regulación de Solvencia II, habiendo asumido las exigencias impuestas por la nueva normativa, lo que ha conllevado la incorporación de medios humanos y materiales para atender las nuevas necesidades, con el consiguiente incremento de costes. Las mutualidades de previsión social tienen una gran eficiencia en el análisis coste-beneficio. Sobre la base de una gestión austera, tenemos unos reducidos gastos de administración, lo que unido a la ausencia de ánimo de lucro permiten incrementar los recursos financieros que se destinan a la capitalización para el pago de pensiones.
‘A.A.’.- Las mutualidades, ¿tienen suficiente reconocimiento social?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.- Las Mutualidades formamos parte de la economía social y compartimos valores como la solidaridad, la transparencia, la ausencia de ánimo de lucro, o la prioridad de las personas frente al capital, y tenemos como objetivo preferente la sostenibilidad. Todos estos valores gozan de un gran reconocimiento por la sociedad en su conjunto y, en este sentido, considero que gozamos de un gran prestigio.
‘A.A.’.- ¿Cómo cree que puede condicionar el entorno económico actual en la capacidad de ahorro de los españoles? ¿Existe en nuestro país una verdadera cultura del ahorro?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.-La situación económica va a condicionar de forma evidente la capacidad de los ciudadanos para realizar aportaciones destinadas al ahorro finalista, por la alta inflación, que reduce la capacidad de ahorro, por las dificultades de los jóvenes para acceder al mercado de trabajo, y los menores salarios. Pero es necesario potenciar tanto la educación financiera, como la cultura del ahorro, y ello exige una formación en estas materias que debe iniciarse en las escuelas y mantenerse a lo largo de las distintas etapas de formación.
Ahora bien, el ahorro previsional precisa de otros incentivos que deben provenir del Estado y no sólo por la vía de las deducciones fiscales, que en definitiva se limitan a un diferimiento del pago de impuestos, sino eliminando discriminaciones en la tributación algunas muy injustas, como el tratamiento fiscal que se da a las rentas financieras vinculadas al ahorro, cuando este procede de los instrumentos de previsión social, equiparándolas a los rendimientos del trabajo personal, frente a las rentas procedentes de otro tipo de instrumentos de ahorro cuyos rendimientos tributan como rendimientos del capital mobiliario, a unos tipos mucho más reducidos.
‘A.A.’.- ¿Cómo se valora desde las mutualidades todas las medidas que están adoptando desde el Ejecutivo para fomentar el segundo pilar de la previsión complementaria?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.-Nos parece bien que se potencie el segundo pilar de previsión, aunque no compartimos una reducción tan drástica del tercer pilar de ahorro individual.
Creemos que las rentas de la jubilación deben proceder de los tres pilares de previsión, y para ello, es preciso que se incentiven el segundo y tercer pilar, no sólo con las deducciones fiscales establecidas en la actualidad, en que un trabajador autónomo o un profesional por cuenta propia, sumando todas las posibles aportaciones a planes de previsión no puede llegar a alcanzar el nivel de aportaciones que sí podía hacer hace tan solo tres años.
“Creo que debemos llevar a cabo un esfuerzo en comunicación para que las mutualidades no solo sean reconocidas entre nuestros mutualistas y demás grupos de interés, sino por el conjunto de la sociedad, como instrumentos idóneos para el desarrollo de la previsión social. Y en ello estamos; mejorando nuestra comunicación, transmitiendo todo lo que hacemos no ya solo en el ámbito de nuestro negocio, sino también desarrollando acciones para mejorar la vida de nuestros mutualistas, a los que queremos acompañar a lo largo de su trayectoria vital, contribuyendo a una sociedad mejor”.
‘A.A.’.- ¿Qué más debería hacerse?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.- Desarrollar recetas ya en marcha que se han puesto a prueba en otros países de nuestro entorno, como la cuasi-obligatoriedad en las aportaciones empresariales, darle más importancia a la previsión social en los convenios colectivos, recuperar la deducción en el Impuesto de Sociedades por las aportaciones empresariales, e incidir aún más en las mejoras fiscales derivadas de ahorrar para el final de la vida laboral de los trabajadores.
‘A.A.’.- ¿Cómo pueden contribuir las mutualidades a consolidar y extender el ahorro previsional en el ámbito empresarial?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.- El mutualismo de trabajadores es una figura clave en nuestro colectivo, al encontrarnos con empresas que, de mutuo acuerdo con los representantes de sus trabajadores, desarrollan la previsión social de los mismos a través de la fórmula mutualista. Ese común acuerdo ha sido fundamental para su desarrollo y ha contribuido a conformar entidades fuertes, como Loreto Mutua, Geroa, Renault España, Lagun-Aro y la misma Mutualidad de la Policía.
‘A.A.’.- ¿Hay alguna demanda normativa concreta que pidáis para ello como sector?
ENRIQUE SANZ FERNÁNDEZ-LOMANA.- Poner de manifiesto nuestra tributación en el impuesto sobre sociedades, en el cual soportamos un tipo de gravamen del veinticinco por ciento, mientras que otras instituciones de previsión tienen el tipo cero, considerando que deberían equipararnos con éstas teniendo en cuenta que somos entidades sin ánimo de lucro.