Despedida a Vicenç Rosich

Sé bien de lo que hablo

Antoni Godoy Tomás
Presidente del Colegio de Mediadores
de Seguros de Girona 2002 – 2014

Vicenç Rosich y Gonzalvo nos ha dejado demasiado temprano. Setenta y cuatro años no son nada en la vida de una persona razonablemente sana, con perspectivas de futuro ilusionantes, una vitalidad envidiable y una esposa con la que compartió más de cincuenta años de vida.

Rosa ha quedado viuda y con ella hemos enviudado un poco todos los que compartimos con Vicenç tantísimas cosas, que absorbimos de sus palabras tantas experiencias y enseñanzas. Compartimos innumerables horas de colegio profesional, de viajes y de todo tipo de momentos.

Esteban Camarasa, EPD, bien conocido por todos, dedicó a Vicenç Rosich al inicio de su mandato como presidente del Colegio de Mediadores de Girona, allá por 1989, una frase cargada de sabiduría: “Escucha a todos, pero haz aquello que te dé la gana”. Así lo hizo Vicenç; y los frutos de su enfoque fueron notables. Recibía aportes de toda su Junta y, con ellos, creaba una amalgama de ideas que en su momento fueron revolucionarias. Estuve a su lado muchos años, en calidad de vicepresidente, por lo que sé bien de lo que hablo.

De su etapa surgieron ideas innovadoras, como la creación de las marcas C’da y A’da, que acabaron identificando a todos los agentes y corredores colegiados en Cataluña. También gestó iniciativas como la creación del Premi Sol, que se sigue otorgando cada año durante la Semana Mundial en octubre, así como la creación de la página web colegial, la cual ha evolucionado hasta tener la imagen de modernidad que merece.

No diré que Vicenç era “amigo de sus amigos”; es una obviedad que encuentro innecesaria. Vicenç era entrañable, sufridor, alegre, responsable, infatigable, profesional y mucho más; siempre con su pícara sonrisa, que desarmaba cualquier discusión agria.

Vicenç fue el padre que nunca tuvo la oportunidad de ser. Rosa y él no tuvieron hijos, pero volcaron en sus sobrinos todo el amor y dedicación posibles.

Yo, de alguna manera, me siento hijo de Vicenç. De él heredé la Presidencia del Colegio de Girona en 2002, después de haber compartido con él una buena parte de su mandato como vicepresidente. De él también heredé las ideas y el empuje necesario para gobernar el Colegio de Girona durante doce años.

Vicenç, descansa en paz.