Sénior, un colectivo de presente y de futuro

Francisco Martínez Aguilar
Director general de Asisa Vida

El cambio demográfico que vivimos las sociedades más avanzadas es el elemento de transformación social y el desafío más profundo al que nos enfrentaremos en las próximas décadas. Hoy, el 34,2% de la población en España, 16,4 millones de personas, es mayor de 55 años y para 2050 se estima que este segmento representará el 42% de la población española. En términos económicos, los mayores de 55 años generan más del 25% del PIB español y este porcentaje se incrementará en los próximos años. Además, este segmento de población realiza el 60% del consumo en España, por lo que es un elemento esencial para nuestra economía, tanto en términos de poder adquisitivo (un 12% superior a la media de la población española) como por su nivel de renta. La conclusión es evidente: no se puede entender la realidad de nuestro país sin poner el foco en el colectivo sénior.

En el sector asegurador, la importancia de este colectivo es todavía mayor. El 98% de los mayores de 55 años dispone de un seguro. De hecho, de media tienen contratados tres seguros, especialmente de hogar, autos, decesos, salud y vida. A medida que la edad avanza, aumenta el porcentaje de población sénior con seguros de hogar, decesos y salud, mientras que disminuye en el caso de los seguros de vehículos, vida y accidentes. Por tanto, es evidente la importancia que este colectivo tiene para el seguro, su tendencia creciente a medio y largo plazo y la necesidad de desarrollar productos y servicios para atender sus demandas.

Mucho margen de mejora

Adaptarnos a esta realidad debe ser prioritario para las aseguradoras que nos dedicamos esencialmente a cuidar de las personas para que vivan con la tranquilidad de estar protegidos. En este sentido, los seguros de accidentes son una herramienta básica para protegernos a cualquier edad, pero especialmente cuando se multiplica la probabilidad de sufrir un percance. Sin embargo, menos del 10% de los mayores de 55 años tiene un seguro de accidentes. 

Tenemos pues mucho margen para mejorar nuestra presencia en este colectivo sénior con los seguros de accidentes. Nosotros ya estamos desarrollando productos adaptados, que aportan valor y que incluyen coberturas específicas (quemaduras graves, fracturas, hospitalización por accidente, etc.) y servicios asistenciales adaptados (servicios post hospitalarios por accidentes, orientación, coordinación y adecuación de la vivienda o adecuación del vehículo propiedad del beneficiario o de un familiar y destinado al desplazamiento del beneficiario, por ejemplo). El colectivo sénior tiene mucho futuro para el sector asegurador, por lo que debe trabajar para atender sus demandas.