Automoción y telemática, un matrimonio con mucho futuro

David Martínez 
Responsable de Marketing y Desarrollo de Asitur

La telemática, entendida como la transmisión de información a distancia, no deja de ser algo que ya existe hace mucho tiempo en el mundo de la automoción. Allá, por los años 70, los vehículos ya proporcionaban información precisa sobre el estado de las carreteras y del tiempo... no había más que conectar RNE cada hora y el “Siri” de entonces te lo contaba todo.

Pero si por telemática entendemos algo más avanzado, que seguro que sí, estaremos de acuerdo en que tecnología de los datos aplicada al automóvil no ha dejado de evolucionar en las últimas décadas y nos está haciendo la conducción más fácil y segura. 

Las aplicaciones en este sentido son innumerables, valgan tanto solo algunos ejemplos: los sistemas de frenado automático, los sistemas de emergencia de mantenimiento en el carril (algunos incluso pueden intervenir moviendo el volante), los asistentes de velocidad inteligentes que adaptan velocidad del vehículo gracias a la lectura de las señales de tráfico, o los dispositivos e-Call que, en caso de accidente, proporcionan información preliminar sobre el mismo de cara a una rápida actuación de los servicios de emergencia. 

Muy interesante resultan las aplicaciones de la telemática para unir los vehículos con los otros actores que intervienen en la movilidad: el resto de vehículos, los peatones y ciclistas, las señales de tráfico verticales y horizontales, las nuevas balizas V16, los agentes de seguridad, las empresas de auxilio en carretera, las distintas administraciones públicas…Este es precisamente el objetivo de la plataforma DGT 3.0 que aspira a convertirse en el gran catalizador de la información que, en tiempo real, generen todos estos actores para lograr una movilidad más segura e inteligente.

Se requerirá una infraestructura de telecomunicaciones muy potente sustentada en redes 5G que permitan procesar la ingente cantidad datos que generen los vehículos. Si hoy en día un vehículo genera unos 2 TB de datos cada hora que está en funcionamiento, se estima que en el nivel 5 de conducción autónoma el vehículo generará 5 TB de datos ya que la tecnología deberá analizar toda la información que ahora procesa solo el conductor a través de la vista y el oído.

Sin duda, todo lo anterior tendrá efectos disruptivos en el seguro de autos: desde la suscripción y selección de riesgos hasta gestión del siniestro y de la asistencia en carretera, pasando por las políticas de pricing y el resto de los elementos de la cadena de valor. Y ni siquiera hará falta esperar mucho para ver estos cambios, ya tenemos ejemplos como los sistemas de tarificación “pay as/how you drive” que permiten establecer tarifas personalizadas para el seguro de autos basándose en el análisis de los datos generados en función del tiempo y estilo de conducción. Y también en el ámbito de la asistencia donde la telemática permite a la compañías de asistencia tener geoposicionado al vehículo averiado, enviar el medio de asistencia más cercano y disponible puesto que también los tenemos geolocalizados. 

La movilidad se encamina hacia un futuro muy distinto, más sostenible, seguro y fiable. La tecnología está preparada para un escenario en el que todos los vehículos sean ecológicos, autónomos y conectados…pero no todo depende de la tecnología. Los avances que podían conseguirse se ven afectados por otros factores como una pandemia que supuso un freno de varios años de crecimiento económico o una guerra de la que no salimos y que impacta muy de lleno en el proceso de transición energética en el que todos estamos involucrados.