¿Cruzamos el charco?

Josu Martínez Martínez
Perito de Seguros y Vicepresidente
de la Asociación de Peritos de Seguros y Comisarios de Averías (APCAS)

En su evolución histórica, el Seguro en España ha llevado desde sus inicios el lastre que suponen los intentos de estafa por una parte de los asegurados. Esto ha llevado parejo también un cambio constante de los métodos de lucha contra el fraude apostando por los más apropiados a cada época.

En la actualidad, ¿cómo se trata de luchar contra el fraude en el sector? Hay un sistema mixto, compuesto por aplicaciones informáticas, basadas principalmente en big data e inteligencia artificial, y actuaciones realizadas por profesionales. En ambos casos se ha conseguido un perfeccionamiento de los sistemas de trabajo hasta lograr un muy alto grado de efectividad en el funcionamiento actual. 

Ahora bien, aunque los sistemas de detección se han perfeccionado mucho, no podemos decir lo mismo de una fase tan decisiva en la lucha contra el fraude como es la prevención. Esto se aprecia claramente si nos fijamos en la forma en la que trabajan desde hace muchos años el problema del fraude al seguro en EEUU, donde la fase de prevención está muy desarrollada. Indica claramente que, tras muchos años de experiencia, allí tienen claro que la prevención es fundamental para obtener resultados satisfactorios, principalmente a largo plazo.

Por tanto, si en España queremos que desde el conjunto de la sociedad se respete más al Seguro y que se valore la importancia de su actividad debe posicionarse como un adalid en la lucha contra el enriquecimiento ilícito y contra el fraude, tomando medidas que ayuden a medio y largo plazo a erradicar un problema que al final atañe a todos.

Lucha contra el fraude: el espejo de EEUU

La realidad es que, hoy por hoy, la actividad preventiva de las aseguradoras frente al fraude es más bien escasa a nivel individual, al igual que las medidas adoptadas de forma conjunta. Si echamos un rápido vistazo a las medidas preventivas del seguro en EEUU, veremos que, con el tiempo, han ido confiando sus estrategias en una labor conjunta. Así nos encontramos que han conseguido que en distintos gobiernos federales se creen Fiscalías y Juzgados específicos para tratar temas de fraude al seguro. Un ejemplo es Washington DC, donde están tipificados y penados delitos de fraude al seguro (https://code.dccouncil.gov/us/dc/council/code/sections/22-3225.02).

Los norteamericanos cuentan también con diferentes policías, como el FBI y otras policías federales, estatales y locales, que investigan los fraudes al seguro (https://www.fbi.gov/news/espanol/fbi-desmantela-fraude-masivo-contra-medicare).

Además, existen importantes alianzas, formadas por grupos públicos y privados de diferentes especialidades, que, de una forma conjunta y coordinada, realizan acciones preventivas, como la Coalition Against Insurance Fraud (https://insurancefraud.org/), creada en 1993 y formada en la actualidad por unas 300 organizaciones. Su diversidad es un factor que potencia la efectividad de sus acciones. 

En EEUU, consumidores, aseguradoras, agencias gubernamentales, legisladores, fiscales y otros grupos profesionales luchan unidos contra todo tipo de estafa al seguro en todo el país. Esta diversidad otorga la credibilidad necesaria para liderar la lucha contra el fraude. 

En su actividad preventiva, la CAIF, informa que el fraude al seguro tiene un coste de al menos 308.600 millones de dólares al año a los consumidores estadounidenses. Contabilizando un 10% aproximadamente de fraudes sobre el total de siniestros atendidos.

Otras medidas preventivas son: la organización de eventos antifraude por todo el país; información a los consumidores de las estafas más habituales y la manera de prevenirlos; contacto de denuncias en caso de ser víctimas involucradas en fraude o para comunicar en caso de conocimiento y divulgación de noticias sobre fraude, facilitando archivos públicos, blogs, seminarios y ficheros con casos reales.

En UK también han comenzado a trabajar en líneas de coalición.

Si bien es cierto que las leyes actuales europeas sobre protección de datos son más estrictas que las estadounidenses, hemos podido observar cómo desde las primeras que se legislaron en España, se han ido modificando muchas normas tras recibir solicitudes desde el sector asegurador, como ficheros permitidos y otras medidas, siempre que se correspondan con fines de prevención de fraudes.

En mi opinión, España reúne las condiciones para incorporar este tipo de alianzas, que permitirían dar un importante paso si queremos que a medio y largo plazo mejoren los resultados de la lucha contra el fraude. 

Es momento de plantearse retos ambiciosos, de forma conjunta, en el sector asegurador. ¿Damos el paso?