El terremoto de la IA

Sobre el poder de las empresas para extraer todos los datos a través de la Inteligencia Artificial Generativa, habló el director técnico de Business & Decision, Abdel Haik. El experto preguntó si estamos preparados para afrontar esta revolución de la Inteligencia Artificial Generativa, la cual conlleva “miedos al cambio y al reemplazo de los humanos por la tecnología”. 

“Cuando se democraticen las Inteligencias Artificiales muchas personas creerán que se quedarán sin trabajo, sin embargo, para dar vida a las Inteligencias Artificiales Generativas hay que tener claro qué es lo que quiere el cliente” y este papel corresponde a los humanos. El experto mandó un mensaje de tranquilidad pues, a su juicio, “va a haber trabajo para todos”, aunque “lo que habrá será un reemplazo de personas que no saben usar la IA por otras que sí”. Haik animó a perder esos miedos y a quedarse con el enfoque de que hay que adaptarse al futuro. 

El marco legal de la IA fue también tratado por Haik. A su juicio, es necesario realizar un esfuerzo para transmitir los valores corporativos y que esa IA sea “imagen y semejanza de cosas buenas, positivas y que van a crear”. En cuanto a los casos de uso de la IA, comentó que esta tecnología “hace la vida más fácil”, como en la detección del fraude, “aunque para ello es necesario entrenar modelos que analizan los datos”, la voz y el vídeo, el cliente 360º, los contratos y documentos y la combinación de la IA y el blockchain para generar valor nuevo. 

“La IA proporciona facilidades de negocio. Hará que todo el mundo hable un idioma común”, afirmó, alegando un hito logrado hasta el momento, el de que los datos puedan moverse a la velocidad de la luz, pero con un reto, pues “la velocidad de la información valiosa sigue siendo muy lenta”. Aquí entra en juego la arquitectura del dato, pues este reto se soluciona, según apuntó, con “los seis retos de la guerra”.

Asimismo, para la alfabetización de datos es necesario tener una cultura del dato en las organizaciones y una estrategia apoyada en la gobernanza, la arquitectura, los servicios y con una buena infraestructura como base, que sea resiliente, normativa y segura y sostenida en la nube. La IA no deja de ser un servicio más sobre el dato para generar valor; por esto la arquitectura es clave: “Tengo que construir una arquitectura suficientemente robusta” y no olvidar lo más importante, que es la cultura del dato para generar una capa de valor común. “Hay que propagar la cultura del dato en la organización”, explicó. 

A su juicio, los dos siguientes retos que “van a sacar a los CEO de sus casillas”, como está pasando ahora con la IA, serán “el marco regulatorio”, pues se puede desarrollar mucho software nuevo, pero es necesario adaptarse a la regulación y esta es distinta en cada parte del mundo; y la segunda, la democratización del dato cuando la computación cuántica sea una realidad, por lo que es muy importante tener un mindset en innovación, seguridad y las ideas claras.