Juan Antonio Martínez Gijón
Socio de AMG Human y Sportalent - juanantoniomartinez@amghuman.com

Entusiasmo para ganar

Me preocupa la visión negativa que se percibe en muchos ámbitos sobre el nuevo curso. Es verdad que la situación política y económica no ayuda y hace aumentar la incertidumbre a nivel mundial y en España. Pero luego está nuestro modo y actitud para afrontar estas situaciones. Venimos de dos años difíciles de pandemia, donde cantábamos que resistiríamos a todo. Por eso me sorprenden esas posiciones de “yo no puedo hacer nada para cambiarlo”. Sí podemos, es más: debemos. 

Sobre todo, los líderes, los profesionales, y en concreto los afortunados del sector asegurador. Ellos deben ser un espejo de optimismo, de confianza transformable en crecimiento y de continuidad, porque hay un futuro esperanzador. 

La permanencia de las empresas y su crecimiento es clave para que el mundo siga siendo un excelente lugar para vivir y perdure en el tiempo. Permanencia no solo compatible con la vida humana, sino inexcusablemente ligada a cada persona. Todos necesitamos trabajar, percibiendo salarios justos que permitan vidas dignas. Pero para trabajar bien es precisa la existencia de empresas estables, generadoras de riqueza y sostenibles. Y en estos momentos vacilantes es cuando necesitamos en la dirección de las organizaciones líderes positivos, entusiastas y apasionados por la vida; son la referencia para que las empresas crezcan en todos los sentidos. 

Fijémonos ahora en los profesionales, pieza clave de las empresas, más allá por supuesto de los clientes. La misión principal de los trabajadores de cualquier entidad debería ser ayudar generosamente al crecimiento de las mismas, siendo conscientes de su aportación de valor. Y aquí la misión de los directivos debería ser conseguir hacer ver a cada empleado su papel fundamental en la compañía y enamorarles. Fidelizar a los trabajadores en estos momentos es una tarea ardua, a la par que atractiva, y necesaria, para la Dirección y las áreas de personas. Es necesario aplicar innovación inteligente y tacto y sensibilidad para enamorar a los trabajadores. Disponemos de herramientas que ayudan a ello, como hemos hablado en ocasiones anteriores, pero en un momento de inflación constante e incertidumbre, se pueden trabajar en ideas disruptivas. Algunas grandes empresas ya lo están poniendo en marcha.

Implicación y compromiso

Aparte de pagas compensatorias, como la que han dado a sus trabajadores algunas compañías evidenciando su compromiso en estos tiempos difíciles, me llaman la atención iniciativas como ayudas en los costes de inicio de curso de los hijos o la subvención de ciertos suministros. También, otras ideas más que interesantes, como descuentos en grandes cadenas de supermercados para atajar la inflación; asegurar precios de diferentes suministros básicos; ofrecer seguros de protección de precios de diferentes productos a los propios trabajadores; mitigar los costes de hipotecas derivados de la subida de tipos, etc. Por supuesto, no es momento de dudar sobre beneficios ya conocidos, como seguros de salud, pensiones, ayuda a comidas o transporte, y sí de pensar en otras posibilidades, como lugares de vacaciones a costes hiper reducidos. 

Son tiempos de arrimar el hombro y lograr mayor implicación y compromiso. El buen líder sabe que necesita todos sus recursos para ello. Cuanto más a largo plazo mantenga ventajas y beneficios como las descritas, mayor percepción de pertenencia tendrán los profesionales a sus compañías y no pensarán en un cambio. Hay trabajo, mucho trabajo por hacer, así que dejemos de quejarnos y trabajemos con entusiasmo en este nuevo curso. Viene cargado de oportunidades, eso sí para el que quiera asumirlas.