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La propia naturaleza y la forma tan característica de actuar del Seguro han hecho que se posicione como uno de los sectores más avanzados en el conocimiento y aplicación de la Sostenibilidad en el negocio. Muchas son las compañías que reconocen las consecuencias, tanto financieras como de reputación o de competencia, a las que se enfrentarían por una deficiente gestión de los riesgos Medioambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG). De ahí que cada vez haya un mayor compromiso con la adopción de medidas que impliquen un cambio de enfoque empresarial hacia la sostenibilidad.
Antonio Aguilar
Sostenibilidad y futuro empresarial son dos conceptos hoy día indisociables. Los riesgos medioambientales a los que la sociedad se enfrenta últimamente tienen mucho que ver, según los científicos, con el cambio climático; riesgos que, de no gestionarse correctamente, no sólo suponen un problema social o ecológico, sino que pueden provocar grandes pérdidas económicas. De hecho, todas las catástrofes naturales, como terremotos, tormentas de viento, incendios forestales, inundaciones…generaron pérdidas aseguradas por valor de 111.000 millones de dólares en 2021, según Swiss Re Institute.
El sector asegurador trabaja por prevenir y eliminar los riesgos a los que nos enfrentamos como sociedad, tanto a través de sus productos y servicios como de sus decisiones de inversión. Por ello, muchos de sus profesionales entienden que deben dar un paso firme para influir y ser parte decisiva de un cambio de enfoque hacia la sostenibilidad.
Cada vez más compañías del sector reconocen las consecuencias financieras, competitivas y de reputación a las que podrían enfrentarse las empresas por su gestión de los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Como resultado, el movimiento de sostenibilidad ha ido ganando impulso en el sector, especialmente en España. De hecho, 9 de cada 10 empresas de banca y seguros ya realizan acciones vinculadas a la agenda 2030, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad compartida, destinado a fortalecer la paz y la justicia social.
Esta entrada de lleno del sector asegurador en el mundo de la Sostenibilidad se oficializó el pasado 2 de agosto, por la exigencia de dos reglamentos comunitarios: el reglamento delegado UE 2021/1256 y el UE 2021/1257, de directa aplicación en los países europeos. Aseguradoras y reaseguradoras, de manera progresiva, deberán ir adaptándose a los mismos, integrando la Sostenibilidad en su estrategia comercial, en la gestión de riesgos y actuarial, en el diseño de productos, en la suscripción por parte de clientes e incluso en la gobernanza de las propias compañías y en la fijación de sus políticas de remuneración de las plantillas.
Los expertos entienden que, para las aseguradoras, es complejo adaptarse a unas normas que todavía no están desarrolladas al detalle y que, mientras este desarrollo no se produzca, son susceptibles de sufrir modificaciones. No obstante, las autoridades europeas establecen que estos reglamentos, a falta de otra cosa, son la referencia a seguir.
Algunos de los aspectos que incorporan estas normas son que las compañías compatibilicen los flujos financieros con una trayectoria capaz de adaptarse al cambio climático y las bajas emisiones de gases de efecto invernadero para lograr el objetivo de emisiones cero en 2050. La normativa también exige a los responsables de la gestión de los riesgos que, además de preocuparse de los propios del seguro y de los financieros, consideren los de sostenibilidad y los incorporen a la función actuarial. Asimismo, establece que deberá valorarse si las inversiones están alineadas o no con los principios de sostenibilidad y considerar las preferencias en este sentido de los clientes en el desarrollo de productos.
Todos estos requisitos, y otros más, se irán afinando, según espera el regulador, tras esta primera aproximación, con la futura aprobación de las taxonomías pendientes y por vía de los informes al supervisor, que deberán comenzar a publicarse en 2024 sobre el ejercicio 2023.
El pasado 28 de noviembre la Unión Europea aprobó la Directiva de Información sobre Sostenibilidad Corporativa, que persigue equiparar la información sobre sostenibilidad a la información financiera. Así, la forma de informar sobre cómo se hacen los negocios tendrá que seguir criterios estandarizados sostenibles en línea con el Pacto Verde Europeo, la Agenda de Finanzas Sostenibles y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Los principales puntos de esta normativa son:
Entrada en vigor
Empresas afectadas
Al margen de las normas, el sector asegurador está bastante sensibilizado en lo que a los riesgos de Sostenibilidad se refiere, porque le va en ello su negocio. El huracán Ida, el más intenso y dañino registrado en la costa este de Estados Unidos después del Katrina en 2005, causó daños asegurados por valor de unos 30.000 millones de dólares en 2021. En Europa, el evento más costoso fue el de las inundaciones del pasado julio en Alemania, Bélgica y países vecinos, con 13.000 millones de dólares en daños asegurados.
El Seguro está tan concienciado y tan involucrado en la prevención que ya hay grandes compañías que tienen fecha puesta para dejar de asegurar actividades contaminantes. Un estudio de BlackRock ponía de manifiesto que el 95% de las reaseguradoras que mueven 27 billones de dólares en activos han tenido y van a tener en cuenta el riesgo climático a la hora de diseñar sus carteras de inversión entre 2022 y 2023.
Las aseguradoras, como administradoras de riesgos, se han puesto al frente, claramente, de este desafío que implica el cambio climático, el multiplicador de riesgos más grande al que se enfrenta el mundo hoy día. Como parte integrante del ecosistema global, las compañías tienen la oportunidad, según los expertos, de comprometerse con una amplia variedad de grupos de interés, como beneficiarios de inversiones, asegurados o proveedores, para influir e impulsar prácticas comerciales más sostenibles en todas las industrias. Los analistas apuntan que es esencial que las aseguradoras adopten una evaluación de riesgos holística, coherente e integrada para el riesgo climático, que afecte a todas las partes de su negocio.
Convocado por la ONU, un colectivo de más de 29 aseguradoras que representan el 14% del volumen mundial de primas, han constituido la Net-Zero Insurance Alliance (NZIA). Los miembros de este grupo se han comprometido a hacer la transición de sus carteras de suscripción de seguros y reaseguros a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, de acuerdo con el compromiso de un aumento máximo de temperatura de 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales para 2100, con el objetivo de cumplir con el Acuerdo de París sobre cambio climático. Este es un ejemplo más de cómo el Seguro está dando pasos firmes hacia la Sostenibilidad.
Y es que la creación de alianzas sectoriales tiene una relevancia muy destacada, según expertos del Pacto Mundial de Naciones Unidas, porque son compañías que comparten retos y oportunidades que serán abordadas siempre con mayor eficacia y celeridad mediante un esfuerzo común. Las hojas de ruta sectoriales se constituyen como la herramienta idónea ya que van a identificar las oportunidades y los objetivos comunes de un sector y, de esta forma, establecer una guía para desarrollar un plan de acción sectorial que empuje a todas las empresas en una misma dirección, multiplicando los impactos de sus acciones. El sector asegurador es un ejemplo de ello, al disponer de una hoja de ruta que puede ayudar a las compañías a actuar de manera coordinada y que está formada por los Principios para la Sostenibilidad en Seguros, entre los que se encuentran iniciativas para cumplir objetivos como reducir la huella de carbono, invertir en energías renovables o convertir los procesos en circulares, entre otras más.
Para este 2023, los expertos prevén que los esfuerzos en Sostenibilidad ganen en importancia. A medida que se intensifiquen los eventos climáticos extremos y aumenten las presiones regulatorias, las aseguradoras van a continuar incorporando ratios ASG en sus decisiones de inversión y nombrarán directores de sostenibilidad para coordinar iniciativas críticas en sus organizaciones.
Asimismo, esperan que las compañías continúen integrando la Sostenibilidad en sus estrategias corporativas, una tendencia que, desde su punto de vista, puede ayudarlas a atraer talento, reducir costes y aumentar las ganancias al modelar, con precisión, el riesgo y ayudar a los asegurados en la prevención de amenazas.