Curarse en salud

Juan Manuel Blanco
Director Editorial de INESE

Me preocupa lo que está pasando en Salud. Todos sabemos que es uno de los ramos ‘estrella’ del sector. Lo avalan el crecimiento de las primas (más de un 5% al cierre de 2021 y por encima del 7% a 30 de septiembre último) y los buenos resultados. ¿Hasta ahora? Por lo pronto, al cierre del tercer trimestre hay datos como mínimo para pensar: el beneficio cae un 9% y el ratio de siniestralidad (sobre primas imputadas de negocio directo y aceptado) sube por encima del 75% (es decir, 3 de cada 4 euros ingresados se destinan a indemnizaciones). 

Y esto en una situación de mercado que no parece vaya a ayudar. Desde luego no lo harán las campañas superagresivas de algunas aseguradoras, con ofertas ‘gancho’ de pólizas de Salud con primas mensuales por debajo de los 20 euros (algunas con el condicionado ‘trampa’ de la limitación de especialidades). Primas que no llegan ni para atender el pago de un acto médico, aunque dicho importe no haya sido actualizado desde hace décadas. ¿Qué harán estas entidades cuando los facultativos decidan dejar de trabajar con ellas hasta que se les pague justamente? Voy a más, el aumento de la siniestralidad, ¿no tendrá que ver con la redundancia de visitas al mismo médico sobre una misma dolencia para compensar la actualización de honorarios no percibida? 

Hay otra cuestión que no deberíamos desdeñar, y es igual de preocupante: la calidad del servicio. Comienza a haber conciencia, tanto entre las redes comerciales como en los directivos de las propias entidades, que se está deteriorando muy notablemente. Es cierto que entre la población todavía se prefiera la sanidad privada a la pública, aunque se perciban ambas como complementarias, pero cada vez son más los que aprecian una ‘masificación’ en la privada (evidente en los hospitales de algunas de las líderes en las grandes y medianas ciudades). Hay ya percepción de que parte del valor añadido del seguro de salud está menguando, singularmente en conceptos como tiempos de citación o acceso a especialistas y centros. 

Estamos a final de un año 2022 que parece no será nada malo para el ramo. Puede ser un buen momento para pensar en qué estamos haciendo mal y tal vez dar un paso atrás en la agresividad comercial actual, poniendo los pies en el suelo. Me consta que en Autos -dejando aparte algunas excepciones- comienza a llevarse a efecto. 

Un informe de Mercer acaba de adelantar una subida de los costes médicos anuales por persona en España del 6,6% este año y de un 7% el que viene, entiendo que sin tener en cuenta a todos los proveedores. No creo que sea tan grave y dramático explicarle a los asegurados que para atender las subidas de costes y mantener la calidad asistencial (de verdad), las primas tienen que subir de forma adecuada. Miremos el ejemplo de Holanda, donde las líderes del ramo ya han anunciado primas de seguros de salud significativamente más altas para el próximo año, y eso en un mercado con una media de 126,83 euros al mes este año. 

Al final, si las cosas se explican adecuadamente (y no camuflándolas con otros mensajes), las personas son razonables y comprenden.