En 2021, desgraciadamente, es todavía inevitable referirnos al impacto de la pandemia como la principal variable que marcará el desarrollo de la Economía y, por tanto, del mercado de seguros, que tan unido está al día a día de las personas y las empresas. 

La administración de las vacunas abre una vía de esperanza a la recuperación, pero ésta dependerá de varios factores. Por un lado, de la rapidez con la que se consiga inmunizar a un porcentaje de la población suficiente para recuperar la actividad de forma significativa. Por el otro, y una vez superada la pandemia, el desarrollo del mercado se verá afectado por la extensión que alcance el daño al tejido productivo, que aún no conocemos, y que influirá de forma muy importante en su capacidad de recuperación y en el ritmo de ésta. 

Otro de los aspectos clave que marcarán el paso en este 2021 es la digitalización, un factor que ya era esencial antes de la llegada del virus, pero que con la pandemia se ha convertido en una auténtica cuestión de supervivencia. Las aseguradoras han acometido su transformación hace ya tiempo y todas ellas se encuentran con proyectos de digitalización en curso más o menos avanzados. En el caso de Mapfre, nuestro proceso de transformación ha sido una constante en las últimas décadas, y como muestra basta decir que hace ya más de diez años que lanzamos una compañía nativa digital, Verti. 

“En la actualidad los cambios son vertiginosos y más disruptivos que nunca, por lo que exigen una adaptación muy rápida”

Sin embargo, el sector tiene todavía camino que recorrer hasta conseguir una experiencia digital a la altura de la que ofrecemos en los canales tradicionales. Tenemos que ser ambiciosos y aspirar a conseguir niveles de calidad en la atención online similares a los que ofrecen las compañías de la nueva economía que lideran este entorno, porque ese es el servicio al que se han acostumbrado nuestros clientes. En este recorrido uno de los retos será conseguir hacernos con el talento digital necesario para esta transformación, que es un bien escaso. 

Capacidad de adaptación y resiliencia 

Por último, pero no menos importante, el seguro se enfrenta al desafío de ofrecer soluciones a las nuevas necesidades que surgen en la sociedad. Este es un reto permanente para las aseguradoras, con la diferencia de que en la actualidad los cambios son vertiginosos y más disruptivos que nunca, por lo que exigen una adaptación muy rápida. Ahí tenemos, por ejemplo, la revolución que está experimentando el mundo del automóvil y la movilidad, por mencionar uno de los ámbitos más afectados, en donde se pone en cuestión hasta la propiedad del vehículo. O los ciberriesgos, una amenaza continua para empresas y particulares con la que tenemos que aprender a convivir y contra la que debemos protegernos y a la vez ofrecer protección a nuestros clientes. 

Son muchos los retos que debemos afrontar en este 2021, pero desde nuestro grupo confiamos en la capacidad de adaptación y resiliencia que ha mostrado siempre el seguro para dar respuesta a los cambios de la sociedad en cada momento.   I

José Manuel Inchausti.