El esfuerzo y compromiso no se discuten

Juan Antonio Martínez Gijón
Socio de AMG Human y Sportalent - juanantoniomartinez@amghuman.com

Hace unas semanas asistí a un Congreso de formación de padres muy interesante en Zaragoza. En él, se concentraron diferentes ponentes de prestigio con amplia experiencia en la formación de niños, adolescentes y padres. Si alguien quisiera conocer detalles extensos y conclusiones de cada ponencia, me tiene a su disposición. Me gustaría centrarme en una de ellas, quizás la persona con más reconocimiento internacional de todos los asistentes: Toni Nadal, tío del magnífico Rafa Nadal y su entrenador desde el inicio de la carrera de Rafa en las pistas hasta el año 2017.

Toni nos ilustró con su sabiduría popular, proveniente de personas que han tenido la gran oportunidad de formarse en la vida mediante vivencias y experiencias únicas. Me quedé con algunos detalles de su labor como entrenador de Rafa. En primer lugar, su humildad como formador, pero aún más la de Rafa. Nos contó que el gran truco para el triunfo de su sobrino ha sido su obediencia. Nunca criticaba las órdenes que recibía y las acataba estoicamente. Como ejemplo, nos narró cómo su hermano fijaba las horas de llegada a casa por la noche en las épocas que Rafa pasaba en su casa de Manacor, y que este, incluso ya superados los 18 años y siendo número 1 del mundo, aceptaba sin rechistar.

Por otro lado, dejó muy claro que, si no se sabe perder, es mejor no jugar. Y otro punto interesante es aprender de las derrotas, contando cómo Rafa ha ido perfeccionando sus defectos tras las diferentes derrotas. De hecho, humildemente apuntó que de 64 grand slams solo había ganado 22. Obviamente, este comentario hizo reír al público. También destacó lo que todos sabemos: la capacidad de sacrificio y esfuerzo sobrehumanos que Rafa, impulsado por Toni, ha tenido durante toda su carrera.

Me gustaría centrarme aquí en las similitudes entre el mundo profesional y la crianza de los hijos, y cómo las enseñanzas de Nadal pueden ser aplicadas en ambos contextos. Aunque la obediencia está en desuso en la sociedad actual, sigue siendo fundamental en la formación de los hijos. Como alguien dijo una vez: “si no eres un padre cuasi-dictador con tus hijos en los primeros años, crearás dictadores en el futuro”. Durante los años de formación de los hijos, es necesario guiarlos y enseñarles la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, así como las consecuencias de sus acciones. Nadie nace aprendido y nadie empieza a trabajar sabiendo hacer todas las tareas de manera autónoma y correcta.

Dar lo mejor

En el trabajo, la obediencia es muy importante, siempre y cuando no se trate de algo éticamente incorrecto. Es fundamental ser obedientes a los jefes durante los primeros años laborales; si no estamos satisfechos, siempre tenemos la libertad de buscar otras opciones. También hay que saber perder y lidiar con la frustración, ya que no siempre podemos hacer todo perfectamente.

Dar lo mejor de nosotros en cada momento es crucial. Aunque no todos podemos ser perfectos en todo, debemos hacer un esfuerzo consciente para dar lo mejor no regateando habilidades y capacidades. Nadal tiene habilidades personales, físicas y psicológicas fuera de lo común, pero sin un gran esfuerzo y trabajo, no sería lo que es hoy. Hay muchas personas con grandes talentos que viven de manera mediocre en nuestro mundo, por lo que es importante conocer nuestras propias fortalezas y debilidades, y ayudar a los demás a florecer en sus habilidades.

No menos importante es liderar con respeto, eficiencia y humanismo, tanto en el ámbito personal como profesional. Conociéndonos a nosotros mismos y a los demás, podemos empujar a las personas a dar lo mejor de sí mismas y liderar de manera efectiva.