Operadores locales de telecomunicaciones

Fundamentales en la conectividad del mundo rural

En un mundo cada vez más digitalizado, disponer de una conexión a internet de alta velocidad es ya una necesidad imprescindible para todos los ciudadanos, empresas e instituciones. Los operadores locales de telecomunicaciones juegan un papel crucial en el despliegue de infraestructuras en pequeñas y medianas poblaciones y en el ámbito rural, donde la penetración roza el 70%.

Limite

Todos éramos conscientes de la importancia de la transformación digital, pero la pandemia vino a demostrarnos que era imprescindible. En este mundo totalmente digital, los operadores locales de telecomunicaciones desempeñan un rol esencial, llevando la conexión a internet de alta velocidad a todos los rincones de España.

“Durante la pandemia, la conectividad fue reconocida como una prioridad; y las telecomunicaciones, como un servicio esencial, junto a la energía y el agua”, afirma Antonio García Vidal, presidente de la Asociación Nacional de Operadores de Telecomunicaciones y Servicios de Internet (Aotec).

España puede presumir de ser uno de los países punteros en cuanto al despliegue de infraestructuras de red para la conexión a internet de alta velocidad. “En la actualidad, somos el tercer país de la OCDE en penetración de la banda ancha, sólo tras Corea del Sur y Japón”, remarca.

Según los datos del informe ‘Cobertura de banda ancha en España en el año 2021’, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la cobertura a nivel nacional con redes fijas a más de 100 Megabites por segundo (Mbps) casi llegaba a 9 de cada 10 hogares (88,31%) a 30 de junio de 2021. Y el Ministerio prevé que dicha cobertura alcanzará el 94,19% a finales de este año. 

Además, el estudio pone de manifiesto el importante salto que se ha dado en el ámbito rural, ya que casi 7 de cada 10 hogares (68,13%) tienen acceso a redes de más de 100 Mbps. Aunque la asignatura pendiente sigue siendo el despliegue en las poblaciones con menor densidad de población. “Quedan por ‘iluminar’, como se dice en el argot ‘teleco’, fundamentalmente las poblaciones más pequeñas, de menos de 5.000 habitantes, y núcleos aislados”, anota el presidente de Aotec. El estudio del Ministerio indica que, en general, son las poblaciones de menos de 500 habitantes las que hacen descender el nivel de penetración.

En cuanto a la cobertura de banda ancha móvil, el 5G con tecnología extremo a extremo en bandas prioritarias (New Radio) se situaba en el 33,53% en el ejercicio 2021, todavía lejos del 75% de cobertura de la población que se fija como objetivo en la Agenda Digital España. No obstante, la cobertura 5G mediante la combinación de otras bandas (DSS), ya alcanzaba a casi la mitad de la población (48,15%) en 2021, mientras que el 4G llegaba prácticamente a todo los españoles, tanto en el ámbito urbano (99,91%) como rural (99,58%).

El Seguro en el sector ‘teleco’

Antonio García Vidal (Aotec) señala algunos de los principales seguros con los que suelen contar los operadores de telecomunicaciones y proveedores de servicios de internet.

RC. Las empresas del sector cuentan con seguros de Responsabilidad Civil para instaladores de telecomunicaciones y a terceros. “La responsabilidad a terceros está marcada por la propia CNMC”, anota. Los instaladores de telecomunicaciones autorizados por el Ministerio de Industria han de estar inscritos en un registro y deben contratar un seguro de RC con un capital mínimo de 300.000 euros por siniestro. Estas pólizas responden frente a los daños personales o materiales a terceros causados por los instaladores (a una vivienda, a la comunidad de propietarios, etc.) y también incorporan defensa jurídica frente a las reclamaciones.

Daños materiales. “Los operadores, como cualquier empresa, tenemos aseguradas nuestras instalaciones ante incendios y otros riesgos. Las oficinas y centros de procesamiento de datos (CPD) están asegurados”, señala el presidente de Aotec. El seguro de Daños también puede incluir la cobertura ante un eventual corte del servicio, ya que los operadores han de devolver a sus clientes la parte de la cuota correspondiente al periodo de interrupción.

Automóviles. Los instaladores y el personal de mantenimiento están en constante movimiento, por lo que es imprescindible contar con los seguros oportunos para la cobertura de sus flotas de vehículos.

Ciberseguridad. Aunque todavía no cuentan con mucha penetración, García Vidal adelanta que “los seguros relacionados con la ciberseguridad van a ser una línea de futuro”.

El presidente de Aotec subraya que “en la mayoría de los casos, la tarifa del seguro va ajustada a la facturación de la empresa, dado que van a responder en consecuencia en caso de que pase algo”. 

Por otra parte, destaca que “los operadores alternativos están muy arraigados en sus territorios, donde son un referente”. Y esto se extiende a su relación con el Seguro. “Los operadores generan negocio en su entorno, por lo que recurren a corredores de seguros locales. Gracias a ello, en caso de siniestro suelen recibir una atención personalizada y ágil”, asegura. 

Objetivo: universalidad de la banda ancha

Aunque la situación de partida es buena, todavía hay que seguir trabajando en la mejora de la penetración y el aumento de la velocidad de conexión, especialmente en el ámbito rural. En este sentido, cabe destacar el Programa ÚNICO – Demanda Rural, desplegado por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales para la universalización de la banda ancha en el ámbito rural. En el marco de este programa, la Secretaría ha adjudicado a Hispasat el contrato para el despliegue de banda ancha vía satélite, que permitirá el acceso a una conexión a internet de al menos 100 Mbps por 35 euros al mes en los rincones más remotos y los pueblos menos poblados, donde es imposible amortizar la inversión en infraestructuras necesarias sobre el terreno para ofrecer internet de alta velocidad. “El Gobierno tiene el objetivo de que la totalidad de la población tenga acceso a la banda ancha (más de 100 Mbps) en 2025, apoyado por el satélite”, reseña García Vidal.

Los operadores locales de telecomunicaciones también han desempeñado una labor esencial en la universalización de la banda ancha ultrarrápida en España. Y la van a seguir teniendo en los próximos años. “El operador alternativo ha tenido y tiene un papel fundamental para llevar la conectividad a todo el territorio del país porque invierte en la creación de sus propias redes de fibra óptica en pequeñas y medianas poblaciones, manteniéndolas y evolucionándolas tecnológicamente. Su existencia contribuye a cerrar la brecha digital y a vertebrar el país, igualando las oportunidades de personas y empresas con independencia de dónde se ubiquen. Además, su presencia garantiza la competitividad, beneficiando así a la ciudadanía. Supone un estímulo para el tejido empresarial y una oportunidad para el futuro de sus localidades. Porque la conectividad es el cimiento de las sociedades avanzadas”, declara García Vidal. 

Por ejemplo, indica que “los estudios señalan que las poblaciones donde hay conectividad de banda ancha, respecto a aquellas donde ésta no existe, elevan su renta media un 1,4%, crecen en empleo con un 3,1% más de afiliaciones a la Seguridad Social y su población aumenta un 2% más que aquellas que no la tienen”. 

Además, cita los resultados de una encuesta realizada por el Observatorio Asteo en poblaciones de menos de 10.000 habitantes. “Cuando hay red de banda ancha, su uso es similar al que se le da en las grandes urbes. De hecho, constata que 7 de cada 10 personas que residen y trabajan en estas poblaciones necesitan una conexión a internet para desarrollar su trabajo diario. Y 1 de cada 4 encuestados asegura que teletrabaja total o parcialmente”, detalla. 

¿Cómo son los riesgos en este sector?

Antonio García Vidal (Aotec) indica que los siniestros más habituales en este sector son los cortes de fibra óptica, “algo que en zonas rurales no es tan extraño, debido a la presencia continua de maquinaria de gran tamaño desplazándose por el territorio y cuya acción puede suponer cortes en las redes”. 

Explica que la reacción de los operadores locales suele ser rápida, ya que cuentan con equipos propios para actuar en la red, además de contar con backups de conectividad hasta las poblaciones.

Asimismo, señala que “las subidas de tensión o cortes de luz son también causa de incidencia”, aunque el usuario final no se suele ver afectado, ya que sus infraestructuras están protegidas con sistemas de alimentación ininterrumpida y grupos electrógenos. 

También recalca que la ciberseguridad es “otro gran foco de posibles incidencias dañinas”.

Por otro lado, recuerda que los operadores tienen “personal en la calle y en movimiento”. “Nuestros técnicos de altas e incidencias afrontan riesgos en la conducción o al subirse a escaleras y andamios”, precisa.

Llegar donde otros no llegan 

El presidente de Aotec destaca el papel de los operadores locales en este despliegue tan necesario en el ámbito rural. “Se está haciendo con crecimiento orgánico gracias a la acción de los operadores locales y operadores neutros, especialmente en Extremadura y Castilla y León, y con el apoyo de fondos europeos Next Generation, donde también participan operadores locales”. 

Así pues, aunque la mayoría de las personas probablemente sólo tengan en mente las cuatro grandes empresas del sector —Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil, que pronto serán sólo tres, tras la fusión de las dos últimas—, hay un universo de alrededor de 800 pequeños y medianos operadores que cuentan con un importante hueco en el mercado nacional. 

“El operador local se encuentra presente en la actualidad en zonas rurales de la práctica totalidad de las provincias españolas, dado que en los últimos años han aparecido nuevas enseñas en la zona norte o se han expandido las existentes. Es un operador alternativo con red de banda ancha propia situado en pequeñas y medianas poblaciones —menos de 50.000 habitantes— que ha jugado un papel imprescindible en este país para luchar contra la brecha digital y vertebrar digitalmente los territorios. Su lema es llegar donde otros no llegan. Nacen de empresarios locales que detectan una necesidad en sus poblaciones y están dispuestos a invertir para darle una respuesta”. 

“Los operadores locales han apostado por desplegar redes de banda ancha. Y allí donde no es posible llevar la fibra, han creado infraestructuras con radioenlaces cada vez más avanzados para dar conectividad inalámbrica a viviendas y empresas aisladas; e incluso se han aliado con el satélite”, especifica García Vidal. 

Además, defiende el dinamismo y el arraigo de este tipo de empresas. “El de los operadores locales en España es un sector vivo, potente y profundamente enraizado. Surgieron de forma temprana vinculados a los canales locales de televisión en los años 80 y rápidamente evolucionaron hasta proporcionar servicios avanzados de telecomunicaciones. Primero, usando cable coaxial; y después, en 2009, siendo pioneros en dar el salto a la fibra óptica. Por sus redes, que ya llevaban televisión, comenzó a fluir internet en la década de los 90. Así, muchas ciudades medianas y pueblos han tenido conexión antes que barrios de grandes ciudades”.

“A las empresas -prosigue-, el poder tener un simple correo electrónico les permitió crecer, e incluso comenzar a internacionalizarse. Todos los operadores de este país, con independencia de su tamaño, ofrecen hoy el llamado cuádruple play: telefonía móvil, telefonía fija, fibra óptica, contenidos televisivos y servicios específicos para empresas”, detalla el presidente de Aotec.

Asimismo, hace hincapié en que “son compañías saneadas económicamente y con capacidad de inversión”. “Se estima que cada año invierten más de 1.000 millones de euros en mejorar y expandir sus redes y servicios”, especifica. 

También remarca que “el operador local genera el 18% del empleo directo en el sector, más de 6.000 personas, según un estudio realizado por la Universidad de Cartagena”. “Lo hace directamente en las poblaciones donde se asienta, fijando población con perfiles tecnológicos. En un mercado en el que la tendencia ha sido la de reducir personal y externalizar servicios, el operador local sigue abriendo tienda en cada población en la que está. Además, apuesta por tener equipos técnicos propios. Y cuando añade nuevos servicios, también suele incorporar expertos en esa área”, detalla.

Pero también generan empleo indirecto. “Habitualmente, se apoyan en empresas de su entorno, contribuyendo a potenciar la economía de estas provincias, desde ingenierías hasta talleres de mantenimiento de vehículos, limpieza de locales, etc. Está enfocado en sus poblaciones, cuyo futuro es una prioridad”, subraya.

En cuanto a su presencia en el mercado, especifica que los operadores locales controlan una cuota del 5,06% de la banda ancha en España, según datos de la CNMC a diciembre de 2022. “Al comercializar paquetes de servicios que incluyen la comercialización de telefonía móvil de las operadoras con espectro, esto nos indica que el porcentaje en la telefonía móvil es muy cercano a esta cifra. Podemos decir que su cuota de mercado es del 5%, algo que cobra especial valor, dado que se encuentran en zonas poco pobladas”, remarca.

 Los operadores locales en cifras

• Alrededor de 800 empresas
• Inversión anual: +1.000 millones de euros
• +6.000 empleos directos
• 18% del empleo generado en el sector
• Cuota de mercado: 5%

Barreras para el desarrollo

Aunque la presencia de los operadores locales sea tan necesaria para la universalización de la banda ancha, no lo tienen nada fácil. “Crear un operador de telecomunicaciones no es un proceso excesivamente complejo. Eso sí, las condiciones del mercado actual son duras, debido a la hipercompetencia existente. Y las políticas públicas estatales a la hora de expandir la banda ancha están pensadas para las grandes operadoras”, lamenta el presidente de Aotec. 

Especifica que “las principales barreras a los despliegues han sido la burocracia y el desconocimiento por parte de los ayuntamientos sobre la normativa y unas plantillas municipales reducidas”. 

“Debían aprobar los planes de despliegue de la red de fibra y las autorizaciones se demoraban años. Las mejoras legislativas que se han producido y la sensibilización de las autoridades sobre la necesidad de internet han mejorado bastante la situación. La pandemia terminó de romper cualquier reticencia”, reconoce.

Respecto a la competencia, García Vidal indica que los operadores locales se defienden “gracias a su cercanía e innovación tecnológica”. “Han creado y siguen desplegando las redes por las que llegarán las nuevas oleadas tecnológicas que nos cambiarán la vida, como el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), el big data, el cloud o la inteligencia artificial. Sus redes han entrado ya en la era del Gigabite, dando 1 Gbps a sus clientes y preparándose para el cada vez mayor número de dispositivos inteligentes conectados. Además, el operador es un experto tecnológico, por lo que está comenzando a desarrollar servicios relacionados con la red. En ocasiones, de forma autónoma, como los sistemas de seguridad, la domótica o la sensorización de espacios. Y en otras, sumando a expertos, con las plataformas para smart cities o la ciberseguridad”, desgrana. 

Retos del futuro

Con la vista puesta en el futuro, el presidente de Aotec señala que el mayor desafío consiste en “transformar los territorios en inteligentes, algo que no sólo pasa por instalar herramientas y sensores, sino por un cambio de mentalidad en la población y las empresas”. “La pandemia nos obligó a dar un salto. Hay que seguir saltando sin dejar a nadie atrás. Y en esto el operador local también está dispuesto a implicarse. No en vano, sus empresas han sido verdaderas ‘academias’ sobre el uso de dispositivos y aplicaciones durante la pandemia”, comenta.

Otro de sus retos es el desarrollo del 5G. “A Aotec le preocupa el ritmo de llegada de la nueva movilidad a las zonas rurales. En la actualidad, se está implantando el 5G Non Stand Alone, que no tendrá la capacidad para ofrecer los servicios del 5G real, el Stand Alone. Éste necesita de inversiones y, como es natural, las operadoras con espectro priorizarán las grandes urbes. Por eso, desde Aotec reclamamos que, para acelerar la llegada a pequeñas y medianas poblaciones, se obligue a ceder el espectro a terceros allí donde no se utilice, siempre por un precio orientado a coste y en función de los habitantes de la zona. Porque el 5G es más que una nueva forma de conectar móviles. Está llamado a transformar nuestra forma de vivir”, declara. 

Además, explica que “con el desarrollo del ‘todo conectado’ (IoT) y del 5G será necesario llevar la computación al extremo de la red —edge cloud y edge computing— cuando las aplicaciones necesiten de anclajes locales para dar una respuesta con muy baja latencia, casi inmediata”. 

Al hilo de ello, remarca que “el operador local cuenta con minicentros de datos que están comenzando a desarrollar como servicio a terceros y que serán muy útiles como edge computing”. De hecho, recuerda que Aotec es uno de los miembros fundadores de Gaia-X en España, “el hub nacional para la construcción de una gran nube europea federada de datos alternativa a los centros de datos de las ‘Big Tech’”, aclara.