No hay lugar como el hogar

Cualquiera que esté en una situación en la que deba ser atendido o que tenga un familiar en tales circunstancias sabe que la opción preferida siempre es permanecer en su propia casa. Así pues, las empresas que prestan servicios de asistencia domiciliaria juegan un papel indispensable en España, que está entre los países del mundo con mayor expectativa de vida. 

Limite

En nuestro país podemos sentirnos muy orgullosos de uno de los mayores logros cosechados en las últimas décadas: el aumento de la esperanza de vida. 
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la expectativa de vida al nacer se situaba en 83,2 años en 2021, con un aumento de casi 3 años desde 2004.

Además, la edad media de la pirámide poblacional ha aumentado significativamente en los últimos años, incrementándose la demanda de servicios de atención domiciliaria. Si nos fijamos en las personas mayores de 75 años, cuando empiezan a requerirse normalmente este tipo de servicios, vemos que en España hay alrededor de 5 millones de personas. Es decir, alrededor del 10,5% de la población total de nuestro país. Y si incluimos también al segmento de 70 a 74 años, que en muchos casos precisan alguna ayuda a domicilio, podemos añadir otros 2,2 millones de personas.

De este modo, la atención domiciliaria tiene ya una gran importancia en nuestro país, que irá in crescendo en los próximos años. “Es un sector fundamental”, declara Valeriano López Afán, presidente de la Asociación Estatal de Entidades de Servicios de Atención a Domicilio (ASADE). En primer lugar, por la propia estructura demográfica de nuestro país. “En 2050, seremos más de 16 millones de personas mayores de 65 años”, detalla. 

Además, desde el punto de vista económico, remarca que este sector es un fuerte generador de “empleo fijo y localizado en el territorio”, por lo que contribuye a la creación de riqueza y a su reparto. “Es un sector con gran futuro”, asegura.

De la mano del Seguro

El sector de la atención domiciliaria tiene una estrecha relación con el Seguro. “Muchas compañías aseguradoras han considerado oportuno ofrecer estos servicios a sus clientes, ya sean prestaciones con carácter puntual o permanente, y para ello buscan la colaboración con las empresas prestadoras de estos servicios”, indica Valeriano López Afán (ASADE).

A este respecto, pone el acento en que “es importante poner el foco en la elección por parte de los usuarios/asegurados”. “De la misma manera que existe el acceso universal a la sanidad pública y existen seguros de sanidad privados, la dependencia es un derecho reconocido cuyo acceso, en función del nivel de necesidad social, debe ser garantizado. Esto lo hace perfectamente compatible con la existencia de estas prestaciones dentro de las pólizas que un usuario pueda contratar y que permitan complementar las facilitadas por las administraciones públicas”, aclara.

Claves de la asistencia domiciliaria

Dentro de los servicios de atención a domicilio se encuadran servicios de ayuda a domicilio, teleasistencia, comida a domicilio y el servicio de asistente personal, así como las diferentes prestaciones que los mismos engloban.

“De los últimos datos publicados, considerando la atención domiciliaria como servicio de ayuda a domicilio más teleasistencia, que son los dos principales servicios, alcanzamos la cifra de 2.240 millones de euros de facturación, con crecimientos anuales del 10,3% y del 13,4 % durante los últimos dos años. Se prevé, asimismo, un crecimiento sostenido del sector en torno al 6%-7% anual”, detalla López Afán.

Además, su impacto es muy grande, debido al importante número de personas a las que atiende, dando así solución a su compleja situación. “En términos de personas atendidas, en 2022 se llegaron a 1,68 millones de usuarios, con un significativo aumento del 3,4% y 4,6% en los dos últimos ejercicios”, especifica el presidente de ASADE.

El sector está muy concentrado en un reducido grupo de grandes operadores, pero también hay muchas empresas que prestan sus servicios de manera más localizada, ofreciendo una gran capilaridad en todo el territorio nacional. 

“La oferta está compuesta tanto por grandes grupos como por un amplio número de operadores de pequeña dimensión, cuya actividad se limita generalmente a un ámbito local o regional, contratando con una sola Administración pública. Los cinco principales operadores alcanzaron una cuota de mercado del 45%, llegando al 60% si consideramos los diez mayores”, especifica López Afán.

Los seguros más frecuentes en el sector

Valeriano López Afán (ASADE) explica que las empresas que prestan servicios de atención domiciliaria han de contar obligatoriamente con una póliza de Responsabilidad Civil.

Además, deben contar con las coberturas exigidas en los pliegos de condiciones específicos. “Hay que añadir que también debemos tener en cuenta los requerimientos a nivel de seguros de cada servicio, según se indique en los pliegos de los mismos. El requerimiento fundamental es tener una póliza de Responsabilidad Civil por una cuantía mínima y en algunos servicios exigen, por ejemplo, que la franquicia no sea superior a una cantidad determinada o que no tenga franquicia”, apunta.

En algunas ocasiones, esto puede suponer un problema. “Una dificultad se produce cuando en los pliegos de licitaciones se exige una póliza de Responsabilidad Civil sin franquicia, ya que éstas generalmente tienen franquicias. Esto nos obliga a contratar una póliza de Responsabilidad Civil sin franquicia para ese servicio en cuestión”, indica.

Por otro lado, el sector reclama “una siempre deseable reducción de las primas y una mayor agilidad en la respuesta y gestión en caso de siniestro, así como en el servicio de atención al cliente, además de claridad y simplificación de las pólizas”.

COVID-19: antes y después del sector

El presidente de ASADE destaca que la pandemia ha supuesto un antes y un después para la atención domiciliaria. “Desde el sector se venía trabajando con gran profesionalidad desde antes de la crisis de la COVID-19. Lo que ha hecho la pandemia ha sido visibilizar un trabajo que quedaba en la sombra y que la ciudadanía, salvo por las experiencias de cuidados a un familiar directo, desconocía. Como sociedad, somos más conscientes de estas necesidades que la evolución natural por la edad requieren, sabemos que queremos envejecer en nuestras casas y que, para ello, los servicios de atención domiciliaria son imprescindibles”, afirma.

De este modo, la atención domiciliaria se ha revitalizado y sus expectativas de crecimiento a futuro son muy alentadoras. Sin embargo, también se contemplan en el horizonte diversos desafíos.

“Tenemos una serie de retos que debemos afrontar para garantizar una correcta prestación en los servicios de atención domiciliaria. Sin duda, y con carácter central, el reto es alcanzar un nivel de financiación adecuado por parte de la Administración central del Estado, que permita eliminar la lista de espera de la dependencia y asumir el incremento de personas susceptibles de percibir esta atención, así como mejorar las intensidades y prestaciones de estos servicios”, recalca López Afán. 

Al hilo de ello, lamenta la situación en la que nos encontramos en nuestro país en esta materia. “Desde el año 2006, en España tenemos una Ley de Dependencia que aún está lejos de alcanzar los objetivos que se propuso y que, por tanto, debe seguir avanzando y dotándose de recursos para alcanzar el nivel de prestaciones necesario”, comenta.

“La inversión, que no gasto, de España en este sector aún es muy baja y lejos de los porcentajes del PIB que destinan otros países de nuestro entorno para los cuidados de larga duración”, añade.

Por otro lado, hace hincapié en que el sector “va a requerir de un mayor número de personas trabajadoras, formadas en diferentes especialidades del ámbito social y que deben percibir el empleo en el sector como atractivo”.  

Los siniestros más habituales

Valeriano López Afán (ASADE) especifica algunos de los siniestros más habituales en este sector, como la rotura de algún elemento del domicilio de las personas usuarias, pequeños hurtos (joyas o dinero), accidentes durante las operaciones de asistencia domiciliaria que produzcan daños al usuario (caídas durante el aseo personal o el paseo, por ejemplo) o accidentes sufridos por las trabajadoras que prestan el servicio, ya sea durante los desplazamientos, en los domicilios o mientras se realiza alguna de las tareas asignadas.

Un aliado en la tecnología

El desarrollo de los servicios de teleasistencia es una muestra de cómo puede ayudar la tecnología en la prestación de atención domiciliaria. En este sentido, la llegada de las nuevas tecnologías abre un nuevo abanico de posibilidades.

Por ejemplo, la atención domiciliaria se puede ver enriquecida gracias al uso de sistemas de monitorización y seguimiento de la salud. Los dispositivos de monitorización permiten el seguimiento en tiempo real de los signos vitales, como frecuencia cardíaca, presión arterial, temperatura o nivel de oxígeno en sangre. Esto permite la detección temprana de cualquier alteración de estos parámetros en el usuario y tomar las medidas oportunas.

Igualmente, los usuarios pueden utilizar sensores inteligentes, que ofrecen información acerca de su actividad diaria, como la cantidad de pasos que dan o las veces que se levantan de la cama. Esta información ayuda a identificar cambios en la salud del paciente y a anticiparse ante posibles complicaciones. Una funcionalidad especialmente relevante es la detección de posibles caídas, activando una alerta inmediata en tales situaciones. Y también es muy interesante la geolocalización, sobre todo para usuarios con deterioro cognitivo, que pueden desorientarse cuando salen a la calle.

Asimismo, los hogares de los usuarios se pueden equipar con sensores que activen alertas de seguridad si se producen eventos como un incendio, un desbordamiento de agua, si las puertas o ventanas se quedan abiertas, si se registra un intento de intrusión, si detecta un escape de gas, etc. 

La asistencia domiciliaria también se puede ver beneficiada por el desarrollo de los sistemas de telemedicina, gracias a los cuales los usuarios pueden consultar con un médico a distancia, sin tener que ir a un centro de salud. Se trata de una opción muy útil en el caso de personas con movilidad reducida, pero también para aquellos usuarios que viven en zonas rurales, obligados a realizar desplazamientos de varios kilómetros para acudir a las consultas o que incluso puede que no tengan acceso a determinados especialistas en varios kilómetros a la redonda.

Los grandes avances que se están produciendo en el ámbito de la inteligencia artificial también tienen aplicaciones en este sector. Por ejemplo, los usuarios tendrán acceso a asistentes virtuales que proporcionarán información y apoyo, recordatorios para la toma medicamentos o de citas médicas, etc. 

En un futuro quizá veamos también el desarrollo de robots de asistencia, que desempeñen labores de acompañamiento, además de las tareas de los asistentes virtuales. Y, a más largo plazo, es probable que lleguemos a ver robots capaces de prestar asistencia para tareas cotidianas, como cocinar, limpiar, vestirse, etc.

Por otro lado, la tecnología puede beneficiar a la operativa interna de las empresas prestadoras de servicios, gracias a herramientas como software de gestión, sistemas de alerta, plataformas de comunicación y compartición de información y documentos, plataformas de formación, etc.