Camino Cojebro Solidario

Una cita anual para describir que “el Camino es mágico”

El Camino Cojebro Solidario ha ido creciendo, año tras año, en número de peregrinos. No es extraño, ya que el ambiente que se genera es muy especial. A lo largo del Camino “todo fluye de forma natural, colaborativa y  participativa; esto es lo habitual”, apunta Antonio Muñoz-Olaya como distintivos del Camino. Pero, hay más; a lo largo de cada etapa se descubren valores como “el compañerismo, el esfuerzo, el apoyo, etc.”; y, por supuesto, el ambiente que se genera lleva a abordar, de forma diferente a la habitual, “las incidencias profesionales y a afianzar alianzas empresariales”. Esto, junto al  “ambiente natural, distendido, familiar, cercano…”,  ha contribuido a que el Camino Cojebro Solidario se haya  convertido en “una esperada convocatoria de la agenda del sector asegurador, donde se dan cita anualmente compañías, instituciones, prensa y socios de Cojebro”.  Y es que… “el Camino es mágico”. 

2018. Este es el año en el que Cojebro cumplió 25 años. Para celebrar la efeméride pensaron emular el viaje de sus socios fundadores, en el que compartieron “inquietudes, proyectos y experiencias”, recuerda su presidente, Antonio Muñoz-Olaya. Surgieron muchas opciones, entre ellas realizar juntos algunas etapas del Camino de Santiago. Y fue la que se seleccionó. Entonces, no se pensó en mantenerlo en el tiempo; solo era un acto conmemorativo. Sin embargo, “la experiencia resultó tan extraordinaria que dos peregrinos -Luis Sáez de Jáuregui y Ana Muñoz- me propusieron repetirlo…”. 

En ese momento, Muñoz-Olaya escuchó la propuesta, pero no estaba totalmente convencido de que fuese una buena idea. Sin embargo, lo vivido durante las etapas que quedaban hasta llegar a Santiago de Compostela –“emoción,  júbilo, lágrimas, la celebración de la Misa en la Catedral…”- le llevaron a percibir que “el Camino se anda; pero, sobre todo, se vive, se siente…”. Este apredizaje ya no podía  quedar como una anécdota, había que repetirlo y, además, compartirlo con más personas. 

Fue así, de una forma casi espontánea, como surgió lo que hoy es el Camino Cojebro Solidario. Este año ha llegado a la sexta edición y ha coincidido con el 30 aniversario de la asociación. Seis años, pero cada edición ha sido “única”. A ello contribuye  “el ambiente que se respira en el grupo de peregrinos, una atmósfera acogedora”. “En el Camino compartimos experiencias, profesionales y empresariales, con personas con las que trabajamos a diario; pero, en un ambiente diferente: natural, distendido, fuera del estresante entorno laboral”. Hay más, mucho más; a lo largo del Camino -en el que unos peregrinos llegan, otros se van y otros permanecen desde el comienzo hasta el final- “el tiempo ayuda a palpar el lado humano -el propio y el de las personas con las que se camina-; se puede erizar la piel o se pueden humedecer los ojos -sintiéndote a ti mismo o escuchando las confidencias de algún compañero-; te puedes emocionar, solo o acompañado; … son muchas las sensaciones que surgen si se deja entrar el espíritu, la fuerza interior, del Camino…”. 

Sí, cada edición es diferente;  cada una tiene algo que destaca sobre las anteriores. En esta ocasión, Muñoz-Olaya pone el acento diferencial en, por una parte, “la gran participación, tanto de nuestros socios –que han traído a muchas personas de sus equipos- como de ejecutivos de las aseguradoras”. Por otra, “el cálido y merecido homenaje a nuestra ilustre peregrina, Pilar González de Frutos -recientemente nombrada presidenta del Consejo Social de Cojebro- por su brillante trayectoria y por su aportación personal al desarrollo de nuestro sector asegurador”. Un homenaje muy emotivo que coronó “la Cena de Despedida del Camino con la asistencia de más de 150 peregrinos, que aplaudieron  en pie durante 5 minutos. Será una imagen que perdurará para siempre en nuestro recuerdo”.

VI Edición Camino Cojebro Solidario

• Cinco etapas de la Vía de la Plata .
• 106 kilómetros.
• 222 peregrinos, de ellos: 40 socios, 26 aseguradoras, 2 instituciones y 4 medios de comunicación. 

Un merecido homenaje

Sin duda, todas las ediciones han sido estupendas, “a cuál mejor...”, apunta con orgullo Muñoz-Olaya. “El francés, por ser el primero y ser el mítico, el más famoso y concurrido. El inglés porque marcó la instauración anual del Camino Cojebro Solidario. El portugués porque fue el de la pandemia, un Camino muy especial, vivido como en clandestinidad por algunos miembros de la junta de Cojebro y varios socios, entrando juntos en el Obradoiro, representando a todo el sector, con los logos en carteles todos los socios, de cada aseguradora, Unespa, instituciones, cosidos a una cuerda típica de los hábitos de los monjes que auxiliaban a los peregrinos en la Edad Media. El Primitivo por coincidir con el Xacobeo y despertar el interés de tantos peregrinos después de la pandemia. La Traslatio, también Xacobeo, porque hicimos el Camino que la tradición atribuye a los discípulos del Apóstol Santiago trasladando sus restos en barca: hicimos 100 km. a pie y 40 millas náuticas por la Ría de Arousa. Y, este año, la Ruta de la Plata; por ser recibidos por el recientemente nombrado Arzobispo de Santiago Monseñor, Don Francisco Prieto, y, como he dicho, por ser el más concurrido de socios y aseguradoras y peregrinos haberle hecho este homenaje tan especial a Pilar González de Frutos”.

Rutas realizadas y…¿2024?

• 2018: Camino Francés
• 2019: Camino Inglés
• 2020: Camino Portugués
• 2021: Camino Primitivo
• 2022: Traslatio (la variante Espiritual del Camino Portugués)
• 2023: Ruta de la Plata
• Y...¿2024?: los últimos 100 kilómetros  del Camino del Norte, del 21 al 27 de septiembre

Anécdotas y dificultades

¿Cuántas anécdotas se han acumulado a lo largo de estos años? “Innumerables”, sostiene Muñoz-Olaya. “Muchas de ellas, graciosas, divertidas, son compartidas; pero, otras quedan en el anonimato, en lo más íntimo de cada uno… aquellas con un componente más trascendental o meras confidencias que, en cualquier otro espacio, serían difíciles de compartir. Cuando caminamos con alguien, y nos transportamos al espacio de las confidencias, los peregrinos siempre decimos que ‘lo que ocurre y se comenta en el Camino, queda en el Camino…’”. Es una máxima que se respeta, siempre. No obstante, no resulta fácil resumir seis ediciones llenas de “historias personales, bromas, confesiones, risas, lágrimas que fluyen por felicidad o nostalgia… todo va unido a alguna anécdota, personal y/o compartida, que queda en el  recuerdo”. 

¿Dificultades? Claro que las hay, el Camino también es eso. “Caminar más de 100 kilómetros en 4,5 o -como en algunas ediciones- 3,5 etapas implica esfuerzo, dolor, cansancio, agujetas, ampollas, tirones musculares, etc., pero nunca, ninguna de estas dificultades ha empañado la experiencia única que vivimos cada año en el Camino”. 

¿Y lo más complicado? “El Camino Cojebro Solidario proporciona todo tipo de comodidades al peregrino: dormimos en buenos hoteles, andamos sin carga en nuestras espaldas, llevamos cojebronetas, disfrutamos de ricos y apetitosos avituallamientos, contamos con fisioterapeutas, podólogo que alivia los dolores de los peregrinos al final de cada jornada, llevamos desfibrilador… todo esto puede hacer pensar que no es duro; pero, sólo quien lo hace entero, sabe de la dificultad… lo habitual es sufrir las consecuencias en pies y articulaciones por la acumulación de muchos kilómetros en pocos días… A pesar de todas estas comodidades, el Camino hay que andarlo y más de 100 kilómetros, siempre pesan”.

Solidaridad 

Como cada año, Cojebro donará 1 euro por peregrino y kilómetro recorrido. Junto a este donativo, la asociación ha puesto en marcha el ‘Kilómetro 0’ para que quienes quieran contribuir, a nivel personal o corporativo,  puedan hacerlo. “Ojalá podamos superar los 35.000 euros recaudados el año pasado”. Este año, el donativo se entregará a la World Central Kitchen, la fundación del chef José Andrés que se ocupa de “llevar un plato de comida a los afectados por catástrofes naturales o especiales, como la guerra de Ucrania”. La entrega de la donación se hará en el transcurso de la II Gala Cultura y Seguro, que tendrá lugar en el Círculo de Bellas Artes, el próximo 22 de noviembre.

La Cruz de Santiago

Los asistentes valoran de forma muy positiva la experiencia, porque “combina elementos espirituales, culturales, históricos, naturales, paisajísticos, junto con experiencias, proyectos, resolución de incidencias profesionales: un espacio común, donde confluye el plano personal y humano con el profesional y empresarial, en plena naturaleza, compartiendo vivencias, motivación, alegrías y dificultades propias del Camino. El Camino es un viaje transformador: cada peregrino encuentra su propia motivación y su recompensa”.

El año pasado, con motivo de la V edición, se comenzaron a otorgar las insignias de plata del Camino. El objetivo es conceder “un reconocimiento a los peregrinos que han realizado cinco caminos con Cojebro. Además de las insignias a los peregrinos, hemos encargado una serie limitada de la Cruz de Santiago del Camino, fabricada artesanalmente en acero corten, para reconocer a las aseguradoras e instituciones a lo largo de cinco años”.