Cuestión de estilo

Carlos LLuch
Director técnico de LLUCH & JUELICH CORREDURíA DE SEGUROS

El señor Trump ha puesto, en muy pocos meses, todo el statu quo precedente patas arriba. No ha dejado, apenas, títere con cabeza entre insultos, amenazas de invasión, OPA’s sobre estados vecinos o sus infraestructuras y una ristra de frentes abiertos a nivel global, vía aranceles, que implica una guerra comercial de imprevisibles consecuencias. Diría que Trump está a medio camino del elefante en cacharrería y una invasión alienígena. Ya decía Carlo Cipolla que el ser más peligroso es el estúpido, pues jamás podrás predecir su siguiente paso y el destrozo que causará. No solo lo que hace es terrible, temerario y desafortunadamente desconectado de todo cuando ha permitido una duradera y eficiente alianza multilateral en Occidente, sino que el estilo con que lo impregna todo, levanta una especial animadversión ¡A nivel global, excepto Rusia! Posiblemente, en otros términos y formato podría haber avanzado algo en una línea próxima a su ideario sin quebrar tan a fondo el paradigma preexistente. Luego, si suspende la aplicación de aranceles, la retrasa o deja de amenazar a sus antiguos aliados ¿De qué servirá, si ya perdió la confianza? ¿Acaso serán tan idiotas los líderes mundiales de creerse que si le sale bien un farol no irá a por más? La manipulación de un narcisista es de manual.