Tamaño del texto
Acerca de
En la aplicación de Inese podrá acceder a toda la información del sector asegurador, con noticias, reportajes, novedades y toda la actualidad que le permitirá estar al día de todas las novedades del sector asegurador.
Accede la revista Actualidad Aseguradora y Actualidad Aseguradora Mediación con una experiencia de uso sencilla e intuitiva.
Lea su suscripción a la revista desde cualquier plataforma: PC, Smartphone, o Tablet desde cualquier sitio incluso sin conexión.
¿Necesita ayuda?
Si tiene cualquier consulta o duda sobre la aplicación le atenderemos personalmente en el email web@inese.es o en el teléfono 911 92 48 44
Si lo que desea es darse de baja de la suscripción que realizó a través de la app debe seguir los pasos que le explicamos en el siguiente enlace: Baja
Si es usted suscriptor de Actualidad Aseguradora completo (Edición impresa – Edición digital) puede ponerse en contacto con suscripciones@Inese.es
Privacidad
Seguimiento de Google Analytics
Esta aplicación utiliza Google Analytics para recopilar datos de uso anónimos y exclusivamente en nuestra app que nos ayudan a mejorar nuestra aplicación. Si desea puede desconectarlo
Política de privacidad
Juan Antonio Martínez Gijón
Socio de AMG Human y Sportalent - juanantoniomartinez@amghuman.com
Saber esperar cuando no se sabe lo que puede venir es un hecho que nos acompaña siempre. A menudo para temas concretos, livianos, y en estos incluyo el plano laboral, visualizamos lo que esperamos: terminar con éxito una tarea, el ascenso ambicionado, incorporación a nuestro equipo de profesionales válidos que nos ayuden a crecer, pasar a reportar a ese jefe soñado o cobrar un bonus cuantioso por el buen trabajo que creemos hemos resuelto.
En otras facetas, incluso en estas más livianas, me gusta confiar en lo que venga. Y aquí la clave, no siempre resuelta en mi caso, es acoger la vida de la mejor manera, con la mayor de las alegrías y tratando de sacar lo positivo de cada acontecimiento. Solo así sé que se puede crecer y que podemos hacer crecer a los que nos rodean.
Traigo todo esto a colación de una charla, hace unos días, con un joven del sector, que combiné con la de otro amigo más senior. El joven está en un momento glorioso de su carrera, le acaban de reconocer su buen trabajo y le han ascendido, a la par que mejorado su salario y condiciones. A cambio, por supuesto, su implicación va a ser más exigente, conllevará viajes que le mantendrán fuera de casa, habiendo sido padre hace menos de un año. Pero tanto él como su mujer priorizan las carreras profesionales en sus vidas actualmente, en positivo por dar buen futuro a la familia.
El perfil más senior, de fuera de España, ha tenido años de tremendo éxito profesional, llegando a posiciones de Comité Ejecutivo en diferentes compañías. Desde hace unos años su carrera se truncó tras una reorganización de su empresa. Hoy trabaja en un país cercano, realizando proyectos para algunas entidades, pero añora la vuelta a esas posiciones de poder y reconocimiento.
Ambas charlas y enfoques me hicieron pensar en la tensión que a menudo vivimos entre lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos. El joven, entusiasta, enérgico, asume con determinación el reto que se le presenta. Está en la etapa brillante, ilusionante, y no repara en pensar en ese futuro incierto. Sin embargo, el senior vive otra forma de espera. Quizás más silenciosa, más complicada a nivel personal, menos ilusionante. Le duele pensar que, con su gran experiencia, cueste encontrar espacios y personas que lo valoren como antes. Es consciente de que el que fue, quizás hoy no es. Pero esto va más allá de lo liviano; la verdadera sabiduría está en saber recibir lo que viene, sin juicio, con apertura y con la certeza de que, incluso lo inesperado, puede enseñarnos algo valioso.
Voy a aportaros algunas ideas que a mí me ayudan y que espero os sirvan:
No sabemos qué viene. Pero sí sabemos que, si lo vivimos con confianza, con humanidad y con alegría, estaremos preparados para hacerlo nuestro. Al final, eso es lo que nos hace seguir viviendo. Y vivir, aunque duela a veces, ¡siempre vale la pena!