Aunque estamos en un año aún muy cargado de incertidumbre, por la evolución de la pandemia y de la situación económica, tanto algunos indicadores macroeconómicos como las expectativas esperanzadoras derivadas de la creciente vacunación general nos permiten hacer algunas previsiones sobre el inmediato desarrollo del mercado.

En general, creo que el cliente seguirá incrementando su centralidad, las compañías potenciarán y aumentarán sus servicios, y los mediadores fortalecerán su profesionalización. 

Automóvil. Será clave la recuperación de la movilidad y la eventual concentración en vehículos privados. Es fundamental ser justos con los clientes, pero resulta también esencial mantener criterios de suscripción técnicos calculando los precios necesarios para el comportamiento esperado durante el periodo de cobertura del seguro, y no basándose en la evolución de meses pasados. Las malas prácticas en este campo resultarían muy peligrosas para la rentabilidad futura del ramo y, como consecuencia, para la confianza de los clientes. Aparentemente, el parque va a tener un ligero crecimiento, que debería permitir un ejercicio estable.

Hogar y Comunidades. Muy afectados por la situación climatológica y por el mayor uso de la vivienda por los clientes en la situación actual. Las técnicas de pricing deben, a su vez, evolucionar incorporando variables que permitan predecir adecuadamente el riesgo. En estos productos, también serán claves el desarrollo de la digitalización y el creciente aprovechamiento de la analítica del dato. 

Comercios y Pymes. La delicada situación económica actual de estos sectores, que no es previsible que mejore sustancialmente antes del final del año, afectará inevitablemente también a nuestra industria.

Vida Riesgo y Decesos. Deben cerrar un ejercicio de crecimiento intenso y, sobre todo, deben reforzar la imagen social del seguro acompañando a los clientes en todo momento.

Vida Ahorro. Mantendrá su transición hacia productos sin garantía de tipos de interés, mediante el lanzamiento de pólizas más sofisticadas. Aquí será esencial la mejora del conocimiento y el asesoramiento por los mediadores y los comerciales, en general, para aconsejar adecuadamente a los clientes, en un entorno muy diferente al del pasado.

En cualquier caso, tenemos la fortuna de pertenecer a un sector dinámico, con gran capacidad de adaptación a situaciones adversas, como ha demostrado en muchas ocasiones. Y en este 2021, en el que todos esperamos que la crisis sanitaria y económica actual se comience a superar con fuerza, estoy convencido de que tanto nuestra compañía como el resto del sector garantizarán la asistencia y el servicio a los asegurados y mediadores con la calidad y el compromiso que el Seguro ha demostrado siempre, pero aprendiendo de la experiencia para mejorar. I

Íñigo Soto.