Esencial para la modernización de la industria y de la sociedad

La robotización y la automatización es esencial para la transición hacia una ‘Industria 4.0’ que permita que las empresas de nuestro país compitan en un escenario global. Pero no se limita a la industria, sino que este sector también contempla la robótica de servicio, que incluye tanto los robots móviles empleados en logística como aquellos dedicados a tareas asistenciales.

Limite

La robotización y la automatización son la base de la revolución industrial 4.0, transformando radicalmente la forma en que producimos. La implementación de robots y sistemas automatizados ofrece múltiples beneficios: mejora de la productividad, al permitir realizar tareas repetitivas con mayor rapidez y precisión; aumento de la seguridad, al prescindir de la intervención humana en operaciones peligrosas; reducción de los errores humanos… 

Todo ello se traduce en una mayor eficiencia y competitividad, algo indispensable para sobrevivir en una economía globalizada, en la que las empresas de prácticamente todos los sectores se enfrentan con competidores de todo el mundo.

Por otro lado, la robotización y la automatización solventa un problema creciente: la escasez de mano de obra necesaria para la realización de determinadas tareas. 

Los riesgos del sector

Las empresas dedicadas a la producción de equipamiento para la automatización industrial y de la robótica se enfrentan a varios riesgos significativos.

Seguridad de los trabajadores. “Existe el riesgo de lesiones por interacción con maquinaria pesada, robots y sistemas automatizados durante la producción y pruebas”, afirma Eric Oliva, risk director de Daños & RC de Ferrer & Ojeda.

Daños a la propiedad. “Los equipos y maquinaria de alto valor pueden sufrir daños durante las operaciones de la empresa”, apunta.

Interrupción del negocio y supply chain. El experto de Ferrer & Ojeda indica que “paradas en la producción por averías, falta de suministros u otros incidentes pueden causar importantes pérdidas”. Asimismo, remarca que “el riesgo de supply chain sigue siendo relevante en cadenas de suministro con múltiples eslabones”.

Ciberseguridad. “Al tratar con sistemas conectados, hay riesgo de ataques informáticos que comprometan datos o el funcionamiento de los equipos. La propia maquinaria de fabricación suele estar conectada en línea, con lo que está expuesta a intrusiones y bloqueos de hackers”, advierte.

Responsabilidad por productos. Oliva recuerda que “posibles fallos o defectos en los equipos vendidos pueden generar responsabilidades y reclamaciones”. “Los equipos altamente tecnificados como los de robótica pueden estar especialmente expuestos a este riesgo, especialmente relevante en los equipos de conducción autónoma”, añade.

Dos ramas de la robótica 

Lo primero que hemos de hacer al hablar de este sector es explicar la diferencia que existe entre la robótica industrial y la de servicio, las dos ramas que conforman este sector. 

La robótica industrial incluye los grandes robots que se instalan en las fábricas, que suelen estar vallados, como medida de seguridad para los trabajadores que operan a su alrededor. Por ejemplo, son los robots que manipulan y sueldan las piezas de los coches en una factoría de automóviles. Se trata de equipos capaces de mover elementos de gran peso y dimensiones.

Dentro de esta categoría también se encuadran los robots colaborativos. Se trata de robots que también pueden ser de gran tamaño, pero se mueven a otra velocidad y permiten la colaboración con los humanos que trabajan a su lado de forma segura. Este tipo de equipos complementan las tareas realizadas por los grandes robots en la cadena de montaje, interviniendo al lado de un humano para llevar a cabo labores de mayor precisión.

Álex Salvador, gerente de la Asociación Española de Robótica y Automatización (AER), señala que en España se instalaron más de 5.000 robots industriales en 2023. Además, remarca que la implantación de robots colaborativos está creciendo a doble dígito, representando ya el 10% del total de instalaciones de robótica industrial.

Las pólizas más habituales

Eric Oliva (Ferrer & Ojeda) especifica cuáles son las pólizas de seguro que suelen tener —o deberían— las compañías de este sector para atenuar sus riesgos. 

RC. “Toda empresa de este sector ya suele operar cubierta bajo un seguro de Responsabilidad Civil”, anota.

D&O. “Es aconsejable suscribir una póliza de Responsabilidad Civil de Directivos”, recomienda Oliva.

Daños materiales. “Las compañías suelen proteger sus activos con seguros de Daños materiales, siendo especialmente relevante contar con garantía de Avería de maquinaria y de Pérdida de beneficios en sectores de industria pesada”, puntualiza. 

Transporte de mercancías. “Las expediciones de sus productos, que suelen tener un alto valor, pueden protegerse mediante un seguro de Transportes”, comenta el experto de Ferrer & Ojeda.

Riesgos emergentes. Oliva destaca el aumento de la penetración tanto del seguro de Ciberriesgos como de las pólizas de Responsabilidad Medioambiental. “Es muy aconsejable que ambas líneas figuren en el programa de seguros de toda empresa industrial. Son riesgos emergentes que pueden transmitirse fácilmente al sector asegurador a un coste muy competitivo”, explica.

Crédito. “El seguro de Crédito permite proteger las finanzas de la empresa y su cuenta de resultados. La industria pesada suele requerir multitud de proveedores y acostumbra a tejer redes logísticas extensas y complejas. Un fallo en algún punto de la cadena puede tener consecuencias mayores a las esperadas. Un seguro de Crédito nos protege frente a la insolvencia de uno de nuestros clientes y garantiza el cobro de las cantidades adeudadas, dando mayor estabilidad a la cuenta de resultados”, aclara Oliva.

Accidentes y planes de beneficios. “La empresa puede facilitar un programa de seguros de Salud y de Ahorro a beneficio de su plantilla, que fomente un mejor clima laboral y genere un entorno de trabajo más sano, favoreciendo la retención de talento y el crecimiento profesional de su activo más importante: las personas”, apunta.

Por otro lado está la robótica de servicio, que incluye tanto la robótica móvil como la robótica social. Con la primera nos referimos a las plataformas móviles que mueven palés y paquetes en almacenes totalmente automatizados, denominados robots móviles autónomos (AMR, por sus siglas en inglés) o vehículos de guiado automático (AGV, por sus siglas en inglés). 

También se incluyen en esta categoría los robots dedicados a tareas de inspección en plantas industriales, túneles, estaciones eléctricas, derrumbamientos, etc. Este tipo de equipos pueden ser un pequeño rover o tener forma de cuadrúpedo.

Y dentro de la robótica social encontramos los robots humanoides, dedicados a tareas como el acompañamiento de personas mayores en residencias, la atención de huéspedes en hoteles o en congresos, etc. 

Salvador explica que todos los robots industriales que se instalan en nuestro país son fabricados más allá de nuestras fronteres. Por el contrario, asegura que España es una “potencia mundial en fabricación de robótica de servicio”, tanto móvil como social, contando con empresas como ASTI Mobile Robotics Group, fabricante de AMR adquirido por la sueca ABB en 2021; Robotnik, fabricante de robots de inspección adquirido en 2023 por la alemana United Robotics Group; o Kivnon, fabricante de AGV, con capital y fabricación nacional. Y en robótica social, destaca compañías como Pal Robotics, Bumerania, Alisys o Keybotic, entre otras. 

Robótica y automatización en cifras

+5.000 robots industriales instalados en España en 2023 (12º puesto del mundo) 
170 robots/ 10.000 trabajadores industriales (20º puesto del mundo)
87% robots instalados: automóvil, metal/maquinaria y alimentación/bebidas.
Automoción: 900 robots/10.000 trabajadores
50% de empresas en Cataluña.

Empleo y talento, retos del sector

La robotización y automatización de la industria y de otros sectores de actividad es una necesidad para asegurar el crecimiento económico y el bienestar social. “El impulso de la robótica es una necesidad de país para automatizar e incrementar la competitividad y la resiliencia de la industria, y también para impulsar la sostenibilidad”, declara el gerente de la AER.

Pero esta transformación tecnológica también plantea algunos retos. Uno de ello, quizá el más importante, es la pérdida de empleos y la necesidad de adaptar la fuerza laboral a las nuevas demandas del mercado. Sin embargo, Salvador cree que no se debe entender como una amenaza, sino como una oportunidad. “Los países más robotizados del mundo, que son China, Corea del Sur, Japón, Estados Unidos y Alemania, son los que tiene una menor tasa de paso histórica. La robótica favorece la contratación y favorece el empleo”, recalca.

Así pues, si queremos aprovechar esta oportunidad de modernización y de creación de nuevo empleo, es imprescindible afrontar la cualificación del mercado laboral, apostando por la formación. En este sentido, Salvador insiste en la necesidad de “captar talento joven y de ayudar a recualificar el talento sénior, que va a tener que colaborar con el robot y que se tiene que formar de otra manera”.

Además, AER está trabajando desde la base, promoviendo iniciativas como ‘WeAerEducation’, enfocada en la introducción de la robótica y las enseñanzas STEAM en primaria y secundaria, “con el fin de captar las futuras vocaciones, sobre todo entre las mujeres”. También forma parte de la Alianza STEAM del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. Asimismo, apoya la divulgación de las enseñanzas de carreras técnicas, “porque necesitamos 200.000 ingenieros”, advierte Salvador. 

¿Hacia dónde se dirige el sector?

“El verdadero vector disruptivo de la economía mundial no es el talento ni el capital, sino la tecnología. Estamos en la cuarta revolución industrial, pero después llegará la ‘Industria 5.0’, de la mano de la inteligencia artificial. Y luego, la sexta revolución industrial”, sentencia Álex Salvador (AER).

Éstas son algunas de las tendencias que estamos viendo en el ámbito de la robótica.

Inteligencia artificial. La irrupción de la inteligencia artificial en la robótica permitirá el desarrollo de robots más autónomos, precisos y eficientes. 
Robótica colaborativa y móvil. El gerente de AER destaca el auge tanto de los ‘cobots’, que ya representan el 10 % de la robótica industrial, como de la robótica móvil, que supone entre el 30% y 40% de las instalaciones totales, según indica. Estos últimos se están viendo impulsados por la modernización del sector logístico.

Digital twins. La automatización de las fábricas se acelerará gracias a los gemelos digitales, representaciones virtuales fidedignas de los activos físicos que permiten ver exactamente qué impacto tiene la instalación de nuevos equipos, sus ventajas y las mejoras de eficiencia que producirá, además de predecir con exactitud la necesidad de realizar labores de mantenimiento predictivo o anticiparse a posibles averías que afecten al funcionamiento de la factoría. 

Humanoides. Aunque el sueño de crear robots con forma humana nos acompaña desde hace muchos años, los humanoides apenas están dando sus primeros pasos. El desarrollo de la inteligencia artificial y los avances que se están produciendo en la mejora de la movilidad de los robots con forma humana abren un horizonte muy interesante, con aplicaciones muy diversas.