Si hay algo que hemos aprendido de los dos últimos años de nuestras vidas es que la salud y todo lo que la rodea va a ser un tema esencial en las economías del siglo XXI. Durante los períodos de confinamiento, y en el resto de la pandemia, las farmacias no solo han permanecido abiertas, también han sido un lugar de resolución de dudas, alivio de preocupaciones y consulta de información fiable. En algunas Comunidades Autónomas el propio sector ha planteado que puedan realizar test de antígenos de la Covid-19 e incluso que, como en Estados Unidos u otros países de la UE, participen en las campañas de vacunación. 

Un informe de CESCE apunta al sector de las farmacias como uno de los claros ganadores tras el desafío económico de la pandemia. De hecho, las sitúa, junto a los supermercados y las tiendas online, en el trío de negocios que mantendrán su fortaleza económica durante años. Frente a las voces que señalan que esta potencia comercial del trío puede ser efímera y diluirse tras el control de la expansión del virus, los expertos de la aseguradora apuntan que, precisamente, ante la posibilidad de que se produzcan nuevas epidemias (de las que no se ha dejado de advertir), la alimentación y los servicios sanitarios (farmacias incluidas) será imprescindibles y cada vez más fuertes como motor económico.

En todo caso, la realidad económica del primer trimestre de 2021 pone de manifiesto una inesperada caída en la facturación de las oficinas de farmacia que, según el Observatorio del Medicamento de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), se debe a la escasa actividad de la atención sanitaria primaria “probablemente por la limitación de los centros (…), ocupados primero en pruebas analíticas y ahora en vacunación”, como apunta su editor, Enrique Granda. 

Por el contrario, durante el año de la pandemia, el observatorio detectó un incremento de la facturación de las empresas de farmacia de un “inimaginable” 16% frente al ejercicio anterior, que se produjo, además, con un interesante cambio en la terapéutica que se ha reorientado notablemente por el aumento de “los trastornos intestinales que cursan con estreñimiento y, por el contrario, descienden los antidiarreicos. Aumentan los productos para la obesidad, así como los digestivos, vitaminas y antidiabéticos. La explicación fisiológica es que el aumento del sedentarismo ha proporcionado el aumento de estos grupos terapéuticos”, señala Granda.

En general, la facturación de las oficinas de farmacia ya venía, previamente, de una trayectoria de crecimiento, impulsada, en buena medida, por el aumento del gesto público en medicamentos y la mayor demanda de las especialidades de venta libre. Entre 2017 y 2018, el sector creció un 2,1%, facturando 20.149 millones de euros, según el Informe sectorial de la economía española 2019 de CESCE.

Riesgos: la ciberseguridad, el más dañino

El factor diferencial que convierte a las farmacias en servicios esenciales es, a la vez, la principal fuente de riesgos: su directa relación con la salud de las personas.
Así, por ejemplo, son aspectos que inciden en los riesgos de las farmacias situaciones como:

• Errores a la hora de dispensar la medicación (prescripción correcta, pero entrega del medicamento equivocado), que se puede producir por fallos de etiquetado, confusión en las abreviaturas o en la lectura de la receta manuscrita o, incluso, mala praxis por negligencia en el servicio. 
• Entrega de la dosis equivocada (en ocasiones, por la manera de escribir los decimales, por ejemplo)
• Confusión entre medicamentos de nombre similar
• Dificultad de comunicación entre el farmacéutico y el médico que prescribe, por ejemplo, para descifrar escritos confusos o para contrastar las posibles alergias medicamentosas del paciente o las interacciones con otra medicación.
• Escasez de información por parte del farmacéutico al paciente sobre posibles efectos secundarios de la medicación prescrita, o sobre su combinación con alimentos y bebidas

Por otra parte, Leopoldo González, de Ceofa, pronostica que “que la farmacia se está convirtiendo en un lugar de salud. Estamos ayudando a los pacientes tanto en sus problemas de salud como en sus problemas estéticos, ofreciendo consejos cualificados. Lógicamente, cuando pones en marcha un nuevo servicio en tu farmacia tiene un coste por lo que, desde la confederación empresarial, siempre hemos aconsejado que se haga un plan de negocio antes de empezar cualquier actividad y que nos acompañen expertos en el proceso”. Además, para González, “la ciberseguridad nos preocupa mucho porque los hackers cada vez evolucionan más y son más dañinos”. 

En 2019, antes de la llegada de la Covid-19, la facturación de los mayoristas del sector sostuvo el crecimiento, hasta los 12.390 millones de euros, lo que supuso un incremento del mercado de un 2,9%. Además, los ingresos de las oficinas de farmacia por la venta de especialidades farmacéuticas de prescripción obligatoria aumentaron un 3%, “con un ascenso tanto del número de envases vendidos como del precio medio”. El segmento de la parafarmacia también capturó más negocio, hasta un 2% más que el ejercicio anterior, gracias a una “favorable coyuntura y a la intensa actividad promocional de las empresas”.

El Observatorio del Medicamento de julio de 2020, publicado FEFE, apuntaba que se estaban produciendo cambios relevantes en el consumo de medicamentos en España como consecuencia de la Covid-19. “Se está produciendo una convulsión interna en el mercado, con caídas en el acumulado de los seis primeros meses en medicamentos, de consumo muy estable, como los analgésicos, antitusivos y antigripales, particularmente el ibuprofeno y muchos medicamentos OTC, debido al uso de mascarillas y el distanciamiento social, mientras crecen los antidiabéticos y los deshabituantes del tabaco debido a la financiación recibida a partir de enero de 2020”, señala el informe.

En opinión de la FEFE –presentante de casi el 70% del total de Oficinas de Farmacia de todo el territorio nacional– las causas de esta convulsión del mercado proceden de los cambios de hábitos de vida impuestos por la pandemia, “que incluyen el confinamiento, la falta de asistencia de los niños a los colegios, el uso de mascarillas y otros medios higiénicos y también la baja utilización de los centros sanitarios por temor al contagio”.

Por otra parte, los efectos de la pandemia se han sentido de diferente manera en función de la ubicación de las farmacias: unas “se han visto favorecidas por la proximidad y otras han sufrido la caída de turismo, también la industria farmacéutica se está viendo afectada en productos de venta estable o dirigida a colectivos específicos como los niños.

Tipos de farmacia

Por su parte, el grupo Aspime, en su Informe Anual de Oficinas de Farmacia 2020, ofrece un análisis de la evolución anual del sector por tipos de establecimientos (turística, media y populosa, según su nomenclatura) y de las ventas que alcanzaron en 2019: aumentos de márgenes y caídas en los costes laborales, en todas. 

Solo las farmacias turísticas –que se caracterizan por obtener hasta el 40% de sus ingresos de productos de venta libre– mantuvieron sus inversiones al alza, como viene siendo habitual. De hecho, “la farmacia turística ha crecido en casi todos sus parámetros estudiados; margen bruto, margen neto antes de impuestos, inversión y margen neto después de impuestos”, señala el informe.

La farmacia de tipo medio –que alcanza unas ventas de entre el 20 y el 40% de los productos de venta libre– también vieron aumentados sus márgenes en 2019, mientras que los costes laborales y la inversión han descendido.

En cuanto a las categorizadas como farmacias populosas –con menos de un 20% de su facturación en venta libre–, registraron el mayor margen bruto desde 1998, con un 30,93%. El margen neto también subió ligeramente, según Aspime, mientras se redujo el ratio de personal e inversión.

Comercio seguro y saludable

Al igual que en otros sectores dedicados a la venta en comercio, las farmacias tienen ante sí el desafío de la seguridad sanitaria en este tiempo de pandemia, y en los que lo seguirán, tanto para sus trabajadores como para los usuarios.
Para CESCE, la atención a la salud es una tendencia, impulsada por la pandemia, y que se quedará en nuestro estilo de vida y consumo, por eso es de esperar que el segmento de los llamados productos Consumer Health se haga hueco permanente en los estantes de las oficinas de farmacia.
En palabras de Leopoldo González, presidente de la Ceofa, el sector quiere “hacer las transformaciones que las autoridades sanitarias nos dejen, es decir: la farmacia está intentando expandirse mediante la oferta de servicios profesionales, pero, aunque en nuestra opinión son legales y la oficina de farmacia está más que autorizada para hacerlos, a veces chocamos en este punto con la administración. Valga de ejemplo que no nos han permitido hacer test de antígenos y serológicos de la Covid-19”.

“La farmacia turística ha crecido en casi todos sus parámetros estudiados; margen bruto, margen neto antes de impuestos, inversión y margen neto después de impuestos”, subrayan, a la vez que apuntan a un decrecimiento en los costes laborales.
Facturación

Además, Aspime revisa también la evolución del mercado de las farmacias en función del análisis de los datos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas de 958 oficinas de farmacia de toda España correspondiente al año 2019. 

Por rangos de facturación, se estudian las farmacias que tuvieron hasta 300.000 euros anuales, en las que se apreciaban “signos claros de mejora”, con un aumento en el margen bruto, hasta el 28,70%. Aspime advierte que, pese al aumento en los márgenes brutos y la facturación, y el descenso en el gasto, los resultados finales antes de impuestos son “en muchos casos menores al salario por convenio de un farmacéutico”.

El segundo nivel recoge a quienes facturan entre 300.001 y 600.000 euros, cuyo porcentaje medio de venta a la Seguridad Social alcanza el 60,41%. Esa estabilidad genera “una mayor capacidad financiera, que le proporciona una mejor gestión de las compras e inversiones”. El margen bruto sube hasta el 31,30% en y su margen neto al 9,01%.

En tercer lugar, van los establecimientos con cifra de negocio de entre 600.001 y 900.000 euros anuales. “Sus obligaciones fiscales, más exigentes que las anteriores, las obligan a una mayor estructura y una diferente gestión del negocio”, según Apime, y obtienen un margen bruto del 31,99% de media, con un neto antes de impuestos del 10,63% (un incremento del 9,92% en comparación con el año anterior). 

Las farmacias con ingresos de entre 900.001 y 1,2 millones de euros, se acercaron al margen bruto medio del 31,21% y un neto del 9,25. Sin embargo, su estructura de personal e inversiones se redujeron en 2019.

Para las que obtuvieron unos ingresos de entre 1,2 y 2 millones en 2019, se repitió esa tendencia al aumento del margen bruto, que se explica, dicen, por “su gran capacidad de compra”. Éste estuvo en torno al 31,60%. No obstante, estos volúmenes de ingresos repercuten en costes de gestión, lo que las sitúa de media con un beneficio por debajo del 10%, según la consultora. En este ejercicio habría llegado a situarse en el 5,47%.

Finalmente, las oficinas de farmacia que ingresan más de 2 millones anuales obtuvieron un beneficio neto medio del 10,79% en 2019, por encima del 10,48% de 2018. “Su mayor característica estructural es la división entre ventas de la seguridad social y venta libre, lo que, junto a su volumen de compra, les facilita su negociación en los descuentos con laboratorios y mayoristas, disparando su margen por encima de todos los otros segmentos de farmacias comentados anteriormente, llegando al 32% el 2019 y al 31,45% en 2018″, concluyen.

Cómo ha afectado la pandemia

Para Leopoldo González, presidente de la Confederación de Empresarios de Oficinas de Farmacia de Andalucía (Ceofa), “el mercado farmacéutico está decreciendo no tanto en la parte financiada, que se está manteniendo en niveles parecidos al año anterior, sino en la venta libre, que sí ha experimentado un descenso. Además, se ha producido una redistribución de las ventas: es decir, las farmacias que son más de barrio se han mantenido o incluso han crecido en ventas, por contra la farmacia de paso o turística ha reducido su facturación y hay compañeros que lo están pasando regular”.

Retos: envejecimiento y enfermedades crónicas 

En términos generales, los desafíos de mayor envergadura serán los derivados del envejecimiento de la población y, como añadidura, el aumento de enfermedades crónicas, que obligará a las oficinas de farmacia a tomar un papel activo en el seguimientos y asesoramiento a un número creciente de pacientes.    
En ese sentido, y como consecuencia de ese importante reto demográfico, ya se empieza a introducir en España un servicio que funciona activamente en otros países de la Unión Europea, como es el caso de la atención farmacéutica domiciliaria a personas mayores polimedicadas, con problemas de organización de los medicamentos o que viven solas en casa, así como pacientes dependientes domiciliarios.
Además, si bien las farmacias han dado grandes pasos en el proceso de transformación digital en los últimos años, en los venideros se verán ante la oportunidad de añadir nuevos servicios basados en la tecnología, como es el caso de la optimización en dispensación, la formación a cuidadores, la mejora de la adherencia a los tratamientos y la monitorización de los pacientes por teleasistencia, así como la difusión del consejo farmacéutico.

De cara  al futuro

“El mayor punto de mejora son los servicios profesionales para terminar de convertir (aunque ya lo es) la oficina de farmacia en lugar de salud –aseguran desde la Confederación de Andalucía–. En cuanto a los desafíos, creo que tenemos que transmitir a la población, y sobre todo a la más joven, que es la que más utiliza internet para sus compras, que el medicamento no es un bien de consumo más, que tiene sus peculiaridades porque afecta a la salud y debe ser dispensado por profesionales en las oficinas de farmacias. Por otro lado, y aunque el sector farmacéutico fue de los primeros en digitalizarse, creo que nos falta terminar de dar un último paso en esa transformación”.

Según Leopoldo González, el aspecto más relevante en un futuro próximo será el propio farmacéutico: “si sabemos evolucionar y nos movemos hacia una farmacia más asistencial, que es lo que está demandando la sociedad, el modelo se volverá más imprescindible y podemos ser los revolucionarios de la profesión”.   I