El Gobierno se ha marcado como objetivo fomentar los planes de pensiones de empleo. En el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022, el límite de aportaciones en los planes colectivos queda fijado en 8.500 euros y, además de las aportaciones de la empresa, el trabajador también podrá de su bolsillo, hacer aportaciones hasta 4.250 euros, siempre que la empresa realice la misma cantidad.

Cualquier incentivo para promover el ahorro en este tipo de instrumentos es bienvenido. Sin embargo, no debemos olvidar que aún son muy pocos los asalariados que pueden acceder a planes de empleo. 

Según un estudio del Observatorio de Pensiones Caser, solo un 3% de las empresas consultadas cuenta con algún tipo de producto de ahorro para su plantilla, un porcentaje que se reduce al 1% si nos centramos en Planes de Pensiones de Empleo (PPE).

Solo un 3% de pymes y microempresas cuenta con  algún producto de ahorro para su plantilla

Puede que los PPE sean un instrumento conocido en las grandes empresas, pero España es un país de pequeñas y medianas empresas, con un peso muy importante en el tejido productivo de micropymes y autónomos. Se ha anunciado el borrador de un anteproyecto de ley de fondos de pensiones de empleo de promoción pública y de planes de pensiones de empleo simplificados con el objetivo de dar cobertura, especialmente, a las pymes y a los autónomos. Si de verdad queremos dar un impulso al segundo pilar, es urgente que se materialice esta ley, se simplifiquen los trámites para la constitución de un plan de empleo y se incentive fiscalmente a las empresas. 

Ahora bien, junto a esto, es muy importante abordar en paralelo otro elemento: la información. En España, el 65% de las pymes de hasta 50 empleados ni siquiera conocen, ni han oído hablar de los Planes de Pensiones de Empleo. Entre las pymes que no tienen contratado uno de estos productos, el 92% reconoce que no se lo ha planteado. La incertidumbre y los motivos económicos son un motivo importante para ello, un 21% de las compañías lo cita. Pero aún es mayor el número de empresas que cita la falta de información (23%) como motivo para no haberse planteado ofrecer a sus trabajadores un PPE.

Finalmente, en este ámbito de la divulgación y de la explicación de los beneficios de los PPE, no podemos olvidar un último elemento, de vital importancia: los propios trabajadores. Según los resultados del informe de Caser, el 31% de las compañías consultadas considera bastante o muy interesante que las empresas contraten productos o servicios de ahorro para sus plantillas. Ahora bien, el interés de los empleados es casi inexistente.

Si los trabajadores no toman conciencia de la importancia de derivar una parte de sus ingresos al ahorro de cara a afrontar la jubilación sin dificultades y sin ver mermado su nivel de vida, cualquier cosa que hagan las empresas o las administraciones caerá en saco roto. A diferencia de otros modelos, como el británico, en España la adscripción por parte de los trabajadores a este tipo de planes es voluntaria.