Ajustes generales

Tamaño del texto

aA
aA
aA

Acerca de

En la aplicación de Inese podrá acceder a toda la información del sector asegurador, con noticias, reportajes, novedades y toda la actualidad que le permitirá estar al día de todas las novedades del sector asegurador.

Accede la revista Actualidad Aseguradora y Actualidad Aseguradora Mediación con una experiencia de uso sencilla e intuitiva.

Lea su suscripción a la revista desde cualquier plataforma: PC, Smartphone, o Tablet desde cualquier sitio incluso sin conexión.




¿Necesita ayuda?

Si tiene cualquier consulta o duda sobre la aplicación le atenderemos personalmente en el email web@inese.es o en el teléfono 911 92 48 44

Si lo que desea es darse de baja de la suscripción que realizó a través de la app debe seguir los pasos que le explicamos en el siguiente enlace: Baja

Si es usted suscriptor de Actualidad Aseguradora completo (Edición impresa – Edición digital) puede ponerse en contacto con suscripciones@Inese.es


Privacidad

Seguimiento de Google Analytics

Esta aplicación utiliza Google Analytics para recopilar datos de uso anónimos y exclusivamente en nuestra app que nos ayudan a mejorar nuestra aplicación. Si desea puede desconectarlo


Política de privacidad

https://www.inese.es/politica-de-privacidad-de-inese

REPORTAJE VIDA

Actualidad Aseguradora nº02 año 130

La Covid-19 hace que muchos ciudadanos recurran al seguro de Vida para mitigar sus riesgos

 

La actual situación de pandemia ha influido tanto en el seguro de Vida Riesgo como en el de Ahorro. La amenaza que la crisis está suponiendo para la vida y el patrimonio hace que los ciudadanos miren estas coberturas como una posible solución para mitigar estos riesgos. Las compañías del ramo han tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias para seguir aportando soluciones en un escenario que ofrece oportunidades, pero también obstáculos fiscales, bajos tipos de interés e incertidumbre. Demuestran así que el seguro de Vida esté más ‘vivo’ que nunca.

 

 

La crisis por la Covid-19 ha tenido un impacto claro sobre el Seguro en general, y sobre el de Vida en particular. A pesar de la situación crítica que padecemos, el seguro de Vida ha mantenido su compromiso con las familias, prestando servicios y aportando soluciones para adaptarse a las nuevas necesidades. Este tipo de crisis, según los analistas, va a generar, con el tiempo, una mayor conciencia en la población. 

Además de por la salud, la sociedad está preocupada por la economía y empieza a entender, si no se había percatado antes, que el ahorro y la previsión son importantes, porque los recursos públicos son limitados y, por lo tanto, es necesario acudir al sector privado para estar protegidos ante cualquier eventualidad. La situación de pandemia va a abrir también oportunidades tanto en el ahorro a más corto plazo como de cara a la jubilación. Las empresas, que están sufriendo también en su cuenta de resultados esta crisis, tendrán que buscar, según los expertos, aliados en esta coyuntura y el seguro, sin duda, será uno de los principales.

 


José Benítez:

“Fomentar el ahorro para la jubilación a través del segundo pilar es importante, pero no puede ser a costa de sacrificar el sistema individual, que sigue siendo imprescindible en España y que, además, es absolutamente compatible con el impulso del sistema vehiculado a través de las empresas” 


 

Las aseguradoras se han puesto a trabajar y han desarrollado distintas estrategias para salvaguardar tanto a la sociedad como al tejido empresarial. Muchas, como Mapfre, han diseñado nuevos programas de ahorro, han ofertado nuevas propuestas de valor con descuentos por vinculación, planes de pago y otros servicios de valor añadido para apoyar la reactivación del sector empresarial y ayudar a sus asegurados a ahorrar.

En Vida Riesgo, se estima que la crisis sanitaria va a provocar una creciente demanda de estos productos. “La pandemia va a concienciarnos más y mejor sobre los riesgos que corremos y favorecerá que se escuchen y contraten las ofertas del seguro de Vida Riesgo”, apunta Alex Bilbao, director Comercial de Surne.  Según los analistas, esto responde a la necesidad de protección de la sociedad ante la incertidumbre generada por el coronavirus. “La alta vulnerabilidad que estamos viviendo ha despertado una mayor necesidad de protección por parte de los clientes y sus familias”, señala Carlos Piñero, director del Área de Vida de Helvetia. Esta es una tendencia que ya se detectó durante 2020 y que se espera que se extienda en el presente ejercicio.

 


EN PERMANENTE ADAPTACIÓN

La situación que las aseguradoras viven con motivo de la Covid-19 ha hecho que se tengan que adaptar a una nueva realidad. El sector, mediante una oferta diferencial que tenga en cuenta los nuevos patrones de demanda, consumo y ahorro, debe canalizar y complementar la protección mínima vital del Estado, a la vez que servir de red de seguridad familiar a lo largo de todo el ciclo vital.

  • Inclusión en la oferta de Vida Riesgo de productos con algún tipo de servicio de valor añadido, en particular para determinados colectivos: dependientes, recién jubilados…
  • Inclusión de coberturas de prevención dirigidas a la protección de la salud de los asegurados.
  • Nuevas formas de inversión para el ahorro.
  • Adaptación de los productos a segmentos como los autónomos o las pymes.
  • Coberturas y servicios para fomentar los hábitos de vida saludables.
  • Consultas médicas por chat o videollamadas.
  • Coberturas no sólo para el tomador sino también para los que le rodean.

 

MAYOR AHORRO

En periodos de contracción económica como el actual, el aumento de la tasa de ahorro por parte de los ciudadanos que tienen capacidad económica suele ser una constante, al reducir el gasto por el temor a un empeoramiento económico. En este sentido, ya se está viendo que el ahorro de los españoles se ha incrementado. Según datos del INE, en este periodo de pandemia, la tasa de ahorro se ha duplicado en nuestro país, pasando del 8% al 15% de los ingresos de los hogares.

Quizá por falta de madurez en cultura financiera, en España las tasas de ahorro no son estables en el tiempo, dándose el que, en épocas de bonanza se consume mucho, y en épocas de crisis se ahorra, una situación que da lugar a una descompensación adicional en la economía. Hay expertos, como Fernando Ariza, director general adjunto de Mutualidad de la Abogacía, que señalan que éste es un “ahorro miedoso”, al no estar canalizado a través de instrumentos financieros o aseguradores, sino que se acumula mayoritariamente en cuentas corrientes. Por eso, hace hincapié en que las instituciones de ahorro tienen el reto de conseguir dirigir ese dinero acumulado en los bolsillos de los ciudadanos hacia instrumentos previsionales o, al menos, precautorios; “un ahorro precautorio con el que poder hacer frente a situaciones de dificultad sobrevenidas, como la vivida recientemente pero que, de superarse la crisis, podría convertirse en un ahorro previsional”.

 


Fernando Ariza:

“Las instituciones de ahorro tienen el reto de conseguir dirigir el dinero acumulado en el bolsillo de los ciudadanos hacia instrumentos previsionales o, al menos, precautorios” 

“La claridad y la transparencia son cruciales con la finalidad de que el cliente, en todo momento, sea consciente de las garantías y los riesgos que asume con el producto que esté contratando” 

Elena Aranda:

“La reducción de los límites deducibles no constituye una buena noticia para generar ahorro a largo plazo y aún menos la incertidumbre de no saber cuándo podremos jubilarnos y con qué pensión pública”


 

El seguro de Vida Ahorro viene padeciendo, desde hace años, un entorno financiero complicado por los bajos tipos de interés, una constante que, según todos los expertos, va a mantenerse por largo tiempo. Si a esto se añade el enorme incremento de déficit y deuda a nivel mundial causado por la pandemia, tenemos la tormenta perfecta para la generación de unas economías extremadamente dependientes de las ingentes cantidades de liquidez proporcionadas por los bancos centrales. Ello va a crear, según Ariza, distorsiones relevantes en los precios, tanto de bonos como de bolsa, “lo que afecta a la asignación de activos por riesgo”. Por eso, los analistas insisten en que es fundamental tener claro el perfil de riesgo inversor. “La búsqueda de rentabilidad -aclara Ariza- no debe significar tener que asumir un riesgo que, por perfil, una cartera no contemple”. Mas allá de esto, se destaca que la rentabilidad esperada de determinados activos, singularmente la renta fija, debe amoldarse a estos tipos de interés que siempre van a estar en relación con una inflación que también se prevé muy contenida de manera estructural.

 

PRODUCTOS MÁS FLEXIBLES

El hecho de que Vida Ahorro esté sufriendo el impacto de un entorno financiero de tipos bajos, está haciendo que la comercialización de productos a interés garantizado siga registrando una tendencia fuertemente decreciente en la facturación, que el sector está compensando con la distribución de otra clase de seguros “cuya oferta se ha incrementado sustancialmente en los últimos ejercicios, disponiendo de soluciones de inversión para todos los perfiles, desde los más conservadores a los más atrevidos”, apunta Juan José Cotorruelo, director de Vida y Pensiones de CASER. 

La evolución a la baja de los rendimientos financieros, acentuada por la situación covid, obliga a las aseguradoras a adaptarse a una realidad y a cambiar la forma tradicional de ofrecer y gestionar sus productos de ahorro, adecuándose a una oferta donde el tipo de producto y el asesoramiento van a jugar un papel fundamental. Lo que se ha venido comercializando tradicionalmente en ahorro inversión, con un tipo de interés garantizado sin riesgo, debe evolucionar, según los expertos, hacia productos más flexibles en su gestión y forma de ahorro, donde el cliente actúe como parte activa y, si quiere conseguir rentabilidades positivas, asuma cierto riesgo. 

 


Carlos Piñero:

“La alta vulnerabilidad que estamos viviendo ha despertado una mayor necesidad de protección por parte de los clientes y sus familias” 

Alex Bilbao:

“La pandemia va a concienciarnos más y mejor sobre los riesgos que corremos, y favorecerá que se escuchen y contraten las ofertas del seguro de Vida Riesgo” 


 

 

Un tipo de producto que está adquiriendo un peso importante son los Unit Linked, con subyacente de renta variable y distintos formatos en cuanto a duración, activo referenciado y nivel de riesgo asumido por el cliente. Desde Mapfre se hace hincapié en que es crucial “la claridad y transparencia, con la finalidad de que el cliente, en todo momento, sea consciente de las garantías y los riesgos que asume con el producto que está contratando”. 

En esta gama de productos con riesgo tomador, la volatilidad de los mercados financieros supone un elemento de dificultad adicional. Por eso, José Benítez, director de Vida y Seguros Personales de Generali, resalta que es importante que el tomador tenga en cuenta que los objetivos de ahorro o inversión deben ser a medio o largo plazo. “El cliente debe tener claro que este ahorro ha de tener un horizonte a partir de 5 años o más porque, de ese modo, es posible mitigar posibles efectos desfavorables causados por circunstancias puntuales de excesiva volatilidad en los mercados financieros”.

Una de las principales recomendaciones del Pacto de Toledo es el compromiso por ley de mantener la revalorización de las pensiones en base al IPC real, una cuestión que, en sí misma, no es discutible ya que responde al sentimiento, apoyado generalizadamente, de mantener una pensión digna en el tiempo. Sin embargo, los analistas señalan que sí es discutible la oportunidad de la medida si ésta no va acompañada de una reforma estructural del sistema que garantice su financiación y sostenibilidad en el largo plazo, ya que, si ahora, con una inflación cercana a cero es fácil llevarla a cabo, cuando la inflación aumente, habrá un verdadero problema de sostenibilidad del sistema.

 

La nueva propuesta de valor del seguro de Vida pasaría por una adaptación tecnológica y digital que permita la personalización de la oferta y los llamados ‘microseguros’

 

En este contexto, los seguros de ahorro finalista e instrumentos previsionales constituyen la gran alternativa para garantizar la sostenibilidad sin renunciar a una pensión digna. El sector asegurador, en lo que se refiere a soluciones de ahorro e inversión, tradicionalmente ha tendido a la prudencia y a priorizar la seguridad y estabilidad de las cantidades ahorradas, tratando de evitar los riesgos que pueda conllevar la volatilidad de los mercados pero, también, velando por la optimización de la rentabilidad. La situación de excepcionalidad que atravesamos ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con una seguridad para afrontar ciertos riesgos que tocan directamente a la propia vida y a la estabilidad y optimización de los ahorros. Dada la evolución de la esperanza de vida, lo recomendable sería incentivar el sistema y las ventajas fiscales para poder estimular el ahorro y poder complementar las pensiones en el momento de la jubilación. 

 

INNECESARIA INCERTIDUMBRE

Sin embargo, los cambios sugeridos por el Gobierno sobre la fiscalidad de los planes de pensiones individuales no van en esta dirección. Las modificaciones de la nueva Ley de Presupuestos Generales del Estado, como la reducción de los límites deducibles a 2.000 euros, han generado una innecesaria incertidumbre sobre los planes de pensiones individuales y los planes de previsión asegurados, considerados por el sector como un complemento imprescindible del sistema público de pensiones con el fin de reforzar el poder adquisitivo de la población a futuro. Esta decisión, para los expertos, desincentiva el ahorro finalista y desvía el capital hacia otro tipo de operaciones financieras que no suponen, necesariamente, una solución para el reto de las pensiones. José Benítez, de Generali, considera que se debería seguir fomentando la previsión social complementaria “mediante el mantenimiento y mejora de su tratamiento fiscal”. 

Elena Aranda, directora de Vida, Protección y Ahorro de Axa, apunta que la reducción de los límites deducibles no constituye una buena noticia para generar ahorro a largo plazo “y aún menos la incertidumbre de no saber cuándo podremos jubilarnos y con qué pensión pública”. A su juicio, la transparencia es un gran caballo de batalla. “A medio plazo, los ciudadanos debemos saber qué prestación vamos a tener para poder planificar nuestros ahorros y, en definitiva, nuestro futuro”.

Desde Surne, Alex Bilbao señala que los cambios normativos sobre las pensiones van a impactar “negativamente” en el seguro de Vida, ya que, para un desarrollo mínimo de los productos de pensiones a largo plazo es, a su juicio, necesaria la estabilidad fiscal, legal, normativa… “y, lamentablemente, en nuestro país esto no es así”.

 


PLANIFICACIÓN ASESORADA

Si algo podemos tener claro en este momento es que la llegada, brusca y brutal de la Covid-19, ha supuesto un mazazo para la apariencia de intocabilidad que venía percibiendo el ciudadano medio. La pandemia afecta a todas las clases sociales y a todas las edades; con mayor o menor intensidad, pero a todos. Por ello, creo que el seguro de personas está en el punto caliente del interés general o, al menos, debería estarlo. Pero donde no hay consciencia, puede haber un asesor.
En particular, el usuario necesita planificar en este escenario a corto plazo, pues un contagio puede llevárselo por delante sin aviso. Pero, además, debe hacerlo a largo plazo, asesorado para cubrir correctamente sus necesidades de complemento de renta familiar con un esfuerzo mayor que hace años, dada la ausencia de tipos de interés que permitan vivir de rentas. Creo que el seguro de Vida Riesgo tiene un futuro especialmente interesante si sabemos extender la incapacidad total a más segmentos necesitados, si las aseguradoras adaptan rápidamente las nuevas tablas de mortalidad, si evitamos ciertas prácticas mafiosas de distribución y si la industria es capaz de cumplir con el mandato imperativo presente en las Disposiciones Adicionales 4ª y 5ª de la Ley de Contrato de Seguro.


 

La desilusión con las nuevas medidas que se apuntan en pensiones individuales es palpable en el sector. Carlos Piñero, de Helvetia, se muestra personalmente “bastante decepcionado” pues, en su opinión, sigue sin enfocarse el problema desde su raíz para que, tanto el sistema público sea sostenible en el largo plazo y que a la vez se integre, de manera coordinada, con la previsión social empresarial y privada. “La limitación en la deducción fiscal de las aportaciones es una medida meramente recaudatoria que, lógicamente, perjudica a corto plazo la evolución del negocio de ahorro finalista, sobre todo en trabajadores autónomos y pequeños empresarios”, y añade que, como la tendencia estructural muestra la debilidad del sistema público, “las medidas a largo plazo deberían ir encaminadas a impulsar la previsión social”. 

Desde Mapfre se apunta que existen otros atractivos que pueden compensar el posible cambio fiscal, como los formatos de ahorro PIAS o SIALP, los seguros Unit Linked o los fondos de inversión.
Juan José Cotorruelo, de Caser, también comparte la opinión de que la reducción del importe desgravable de la base imponible a 2.000 euros va a afectar al volumen de las aportaciones de este año y a los venideros, aunque espera que la reforma del segundo pilar se produzca con celeridad “para que dicha pérdida de captación se compense con el crecimiento de los planes de empleo”. 

 

OPTIMISMO CON EL SEGUNDO PILAR

Si las medidas sobre el tercer pilar han generado un descontento generalizado en el sector, la propuesta de fomentar los planes de previsión empresarial se ha recibido con cierto optimismo. Sin embargo, estos movimientos orientados a impulsar la implantación efectiva de los planes de empleo no deben ser, para Fernando Ariza, de la Mutualidad de la Abogacía, a cambio de eliminar los estímulos fiscales del tercer pilar en su fase de acumulación. “Ambos sistemas son complementarios entre sí, y no sustitutivos”. 
José Benítez, de Generali, coincide en la importancia de fomentar el ahorro para la jubilación a través del segundo pilar, pero, a la vez, también está convencido de que ello no puede ser a costa de sacrificar el sistema individual “que sigue siendo imprescindible en España y que, además, es absolutamente compatible con el impulso del sistema vehiculado a través de las empresas”. Desde Helvetia, Carlos Piñero se muestra cauto e indica que habrá que esperar a ver cómo aterrizan las ideas apuntadas desde el Gobierno sobre el fondo público de pensiones, y expresa su deseo de que “sea un primer paso hacia el modelo británico de inscripción automática en el ámbito empresarial”. 

El sector siempre ha trabajado con la visión puesta en la sociedad. El seguro de Vida, y sobre todo en estos momentos, es un ‘seguro vivo’, que adapta sus coberturas y precios constantemente para conseguir ser competitivo y proteger a las personas cómo y cuándo lo necesitan, buscando soluciones más flexibles y personalizadas. Quizá, según los expertos, se deba trabajar en una mayor claridad y sencillez en la oferta y en los procesos de contratación, añadiendo un componente adicional de servicio y prevención del bienestar de los asegurados que permita su uso durante la vida del seguro y enriquezca el carácter finalista de las coberturas indemnizatorias tradicionales. 

 


LOS RETOS DEL SEGURO DE VIDA

  • Adaptarse a los nuevos comportamientos de los consumidores (digitalización y eficiencia en procesos). 
  • Dar respuesta mediante el seguro a la toma de conciencia de la población sobre los riesgos sobre su vida y sus ahorros. Hay que pasar a la acción.
  • Oferta con un componente sostenible para conectar con el cliente del futuro.
  • Adaptación a las necesidades de los clientes y al entorno en unas circunstancias marcadas por los tipos bajos, la crisis sanitaria y la incertidumbre.

 

El sector debe ser más creativo e innovador, incorporando servicios con el fin de que el cliente vea que le es útil no solo en el siniestro sino durante la vigencia de la póliza. Esta nueva propuesta de valor pasaría, necesariamente, por una adaptación tecnológica y digital que permita la personalización de la oferta y los llamados ‘microseguros’, sin perder por ello su espíritu mutual y siendo estos accesibles a todas las necesidades y todas las economías. 

El precio, como en todo, es importante, y en los últimos años, el seguro también se ha ido adaptando de manera significativa a la expectativa de los clientes. Para los analistas, será el propio mercado quien haga esta adaptación de manera natural. Pero lo que se subraya es que hay que ofrecer a cada cliente lo que cada uno necesita, aquello que le aporte valor en cada momento.

La recuperación del seguro de Vida Riesgo y Ahorro va a estar directamente vinculada a la recuperación económica, que sólo sucederá cuando se consiga la normalidad sanitaria. Es decir, como apunta Fernando Ariza, de la Mutualidad de la Abogacía, “dime cómo evolucionará la pandemia y te diré cómo evolucionará la economía y, por tanto, el ahorro y los seguros de Vida en general”.  I

 


MEJORAR LA CULTURA FINANCIERA

 

“España es un país donde se ahorra mucho, pero no en vehículos financieros sino en vivienda. La cuestión es que para incentivar la cultura del ahorro tenemos que fomentar, no sólo el conocimiento, sino la transparencia y la comunicación, y ese rol y responsabilidad nos corresponde a las aseguradoras y los mediadores” (Elena Aranda).

 

“El conocimiento financiero de los españoles es muy mejorable. Desde el sector asegurador intentamos ayudar, principalmente, a través de dos vías: la primera con acciones formativas directas tanto a nuestros mediadores como a nuestros clientes y, la segunda, trabajando en desarrollar productos y servicios sencillos y transparentes” (Juan José Cotorruelo).

 

“España tiene un déficit importante en cuanto a cultura del ahorro. La mayor parte de los millennials no ahorra y sólo un porcentaje muy minoritario ha comenzado a ahorrar para su jubilación. Sin embargo, sí que consideran que es importante hacerlo, por lo que estamos mejorando en el terreno de la concienciación. Formamos parte de la iniciativa impulsada desde Unespa para fomentar la cultura financiera y del ahorro con instrumentos atractivos y de fácil comprensión para atraer a los jóvenes. Impulsamos el desarrollo de herramientas para fomentar la creación de una cultura de ahorro periódico basada en la contribución al ahorro que tienen pequeños gestos de la vida cotidiana (“hoy no he desayunado fuera de casa”) o cambios de hábitos (¡he dejado de fumar!) y que normalmente no se traducen en un ahorro directo y real” (José Benítez).

 

“Lamentablemente estamos lejos del nivel deseable, aunque estamos dando avances en los últimos años. De lo que se trata es de crear un hábito de ahorro que no es natural en la sociedad, pues en ésta prima el corto plazo sobre el largo plazo. Esto se consigue, poco a poco, con iniciativas de educación y concienciación financiera en distintos ámbitos, desde las instituciones tanto públicas como privadas, y empezando por la educación escolar. Además, desde el seguro podemos ayudar en dos líneas de trabajo: la primera, mediante el acompañamiento que realiza el asesor de seguros al cliente al que también debe educarlo en esa mayor cultura; y la otra, mediante iniciativas innovadoras basadas en ecosistemas financieros de servicio para fomentar el micro-ahorro ‘inconsciente’ en aquellos segmentos más desfavorecidos, como es el ahorro por consumo mediante sistemas de redondeo incentivado con retos y bonificaciones adicionales” (Carlos Piñero).

 

“La situación excepcional que llevamos viviendo los últimos meses ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con una seguridad para afrontar ciertos riesgos que tocan directamente a la propia vida y a la estabilidad y optimización de nuestros ahorros. Un año tan complicado para la economía, ha creado una mayor conciencia del ahorro”. 

 

“La cultura financiera y de ahorro previsional sigue siendo una asignatura pendiente en España, a pesar de su importancia. Una mayor y mejor cultura del ahorro contribuiría a reducir los niveles de pobreza, desigualdad y exclusión social que, con crisis como la actual, adquieren de nuevo protagonismo. En cualquier caso, no pensemos que en España no se ahorra. Sí se hace, pero mal, porque en un país donde el ahorro en ‘ladrillo’ es 4 veces el PIB, debemos no sólo mejorar nuestra cultura financiera y de ahorro para que éste sea canalizado hacía instrumentos previsionales, sino, desde el propio sector asegurador, también debemos mejorar nuestra propuesta de valor y productos destinados a tal efecto. Tenemos ante nosotros el reto de dar soluciones más eficientes, transparentes y democráticas que las hasta ahora existentes para la licuación del patrimonio inmobiliario en ahorro previsional, tales como la hipoteca inversa y figuras afines. Seguimos centrando nuestros esfuerzos para divulgar, de manera permanente, conocimientos y cultura del ahorro, a través de seminarios y publicaciones” (Fernando Ariza).

 

“La cultura financiera está por debajo de la media europea. Para incentivarla, creo que debería abordarse de una forma sectorial junto con las instituciones públicas correspondientes” (Alex Bilbao).


 


 

 

Contenido restringido

Suscríbete a actualidad aseguradora

Suscribirse

Noticias relacionadas

Los responsables actuariales analizan las nuevas tablas biométricas El proceso de gestación de las nuevas tablas biométricas, aprobadas por la DGSFP a finales del pasado año y en vigor ya en 2021, ha sido largo. Las com [...]

Javier Barberá El presidente del Colegio de Lérida y socio fundador y consejero delegado de la correduría CMP, es, desde el 12 de febrero y por un periodo de cuatro años, el nuevo presidente del Consejo General de l [...]