El impuesto de sucesiones vuelve a estar en el foco de debate público una vez más. Aunque no tiene un gran potencial recaudatorio (aporta alrededor del 0,03% del PIB español), muchos lo consideran una doble imposición, ya que se paga por unos bienes por los que tus familiares ya tributaron. En contraposición, los defensores de seguir aplicándolo creen que desempeña un papel necesario en la redistribución de la riqueza, porque grava un patrimonio que se consigue sin esfuerzo por parte del heredero. El hecho de que haya muchas diferencias entre las diferentes Comunidades Autónomas alimenta aún más la polémica. 

¿En qué consiste este impuesto?

El impuesto de sucesiones se aplica sobre los bienes recibidos mediante una herencia. Se trata, por lo tanto, de un impuesto directo y personal, pues se establece en relación con una persona determinada (los herederos), que deben pagar en los primeros seis meses. Se considera subjetivo porque tiene en cuenta las circunstancias personales del heredero, como el grado de parentesco con el fallecido. 

Diferencias entre comunidades 

Como comentábamos, cada Comunidad Autónoma aplica normativas diferentes en el impuesto de sucesiones. Es necesario aclarar que deberá tributarse en la Comunidad Autónoma en la que residía el fallecido, independientemente de dónde se encuentren los bienes de la herencia. Así, en comparación, la Comunidad Valenciana es la región más cara para heredar y se puede llegar a pagar 14 más que en Madrid, según un estudio de ARAG que presenta tres escenarios diferentes: una herencia de padres a hijos de 300.000€, 500.000€ y 1.000.000€, respectivamente. 

Para una herencia de 300.000€, en Valencia se deberá hacer frente al pago de un tipo medio de más del 1%. A Valencia le siguen Cataluña y Baleares, con tipos impositivos medios de entre el 0,78% al 0,43%. Para un patrimonio de 500.000€, la Comunidad Valenciana sigue liderando la lista con un pago de 23.270€. A continuación, encontramos a Castilla-La Mancha, Castilla y León y Cataluña, con un pago de impuestos de alrededor de 14.000€. 

Finalmente, cuando se trata de una herencia de 1.000.000€, la tributación más elevada está en Castilla y León, con un tipo medio por encima del 14%: se pagarían 149.443€ de impuestos. Detrás estarían Aragón, con un pago de 119.693€, y la Comunidad Valenciana, con un pago de 97.034€. Donde es más económico heredar en los tres ejemplos es en Galicia y Cantabria, ya que tienen una tributación cero. Desde 2019 cuatro Comunidades Autónomas han modificado sus legislaciones. Castilla-La Mancha, Cataluña y La Rioja han aumentado la tributación mediante la reducción de los porcentajes de bonificación aplicados en las herencias de padres a hijos. Por el contrario, Galicia ha reducido todavía más la tributación, ampliando la reducción personal de 400.000€ a 1.000.000€. I

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