Presidente de ACADE (Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada)
“Nos preocupa estar bien cubiertos a un precio razonable”
Los centros privados de enseñanza han tenido que afrontar la situación dura que ha generado el Covid-19. Para seguir avanzando, reclaman ahora a la Administración “flexibilidad y autonomía pedagógica, administrativa y currricular diferenciada. Respecto al Seguro, se reconoce el valor de un Programa de Seguros ya activo que “nos consta que es útil y resuelve los problemas del día a día de nuestros centros”.
‘ACTUALIDAD ASEGURADORA’ (en adelante ‘A.A.’).- ¿Cómo describiría el momento que están atravesando los colegios privados?
JUAN SANTIAGO.- Los centros privados, no financiados con fondos públicos, estamos preparados para impartir clases presenciales con plenas garantías de seguridad, tanto para los alumnos como para todo el personal. Hemos realizado importantes inversiones para adecuar las instalaciones a las ratios establecidas.
Económicamente, el momento es complicado precisamente por estas grandes inversiones, que suponen un desembolso económico muy importante que, a diferencia de la enseñanza pública o concertada, tenemos que afrontar sin ninguna ayuda de las Administraciones. Es una discriminación completamente injustificada, por lo que desde la Asociación hemos insistido y seguiremos insistiendo en la necesidad de tener en cuenta a nuestros centros al establecer ayudas en el ámbito educativo.
La situación es especialmente difícil para los sectores de Escuelas Infantiles privadas y Centros de Enseñanzas no-Regladas -como las academias de idiomas, danza, música…-, que al no ser enseñanzas obligatorias han estado cerradas más de seis meses. Esta situación ha supuesto una crisis importante ya que han tenido que hacer frente a numerosos gastos fijos sin recibir ingresos. Además, luego han debido afrontar todos los gastos que conlleva la adecuación a la situación sanitaria.
‘A.A.’.- ¿Cuáles son las mayores transformaciones a las que tendrán que hacer frente los colegios privados, de cara al futuro?
JUAN SANTIAGO.- Como transformación, ha sido espectacular nuestra adaptación a la actividad docente online, desde el primer momento de la pandemia, manteniendo la misma excelencia y calidad. Esto es consecuencia de la rápida capacidad de respuesta de los centros privados a las nuevas situaciones, la falta de burocracia para poner en marcha medidas necesarias, así como a la profesionalidad y a la formación permanente de su personal docente y directivo. Los profesionales que estuvieron impartiendo clases online, lo realizaron con absoluta normalidad gracias al acerbo acumulado durante años. Lo mismo ocurre con los alumnos, ya que están acostumbrados a trabajar con plataformas y tecnologías.
Cara al futuro, es clave continuar con esta innovación tecnológica aplicadas a la educación y aprendizaje del alumno, y con la formación constante de los profesionales, para seguir ofreciendo la misma educación de calidad.
Atención de primera
‘A.A.’.- ¿Cómo asociación tienen algún acuerdo de colaboración con alguna aseguradora o corredor de seguros?
JUAN SANTIAGO.- Sí. Venimos trabajando desde hace algunos años con la Correduría de Seguros ALKORA. Con ella hemos conseguido desarrollar un Programa de Seguros del que se benefician todos nuestros asociados y que da mayor alcance de coberturas y garantías que el resto de opciones que se pueden encontrar en el mercado. Además de facilitar un precio mucho más competitivo, la atención que reciben nuestros centros de parte de la correduría es de primera ya que está especializada en el ámbito educativo y cuenta con una trayectoria muy importante en este sector.
Flexibilidad y autonomía
‘A.A.’.- Valorando el nuevo entorno, ¿qué es lo que más les preocupa?
JUAN SANTIAGO.- Hemos vivido una de las situaciones más duras e inimaginables y que nos ha sobrevenido de una forma inesperada. Y hemos sabido reaccionar inmediatamente. Los centros privados siempre nos hemos caracterizado por ese carácter de innovación y ese plus de calidad. Es lo que seguiremos haciendo. Pero, para ello, la Administración debe dar a los centros privados la flexibilidad y autonomía pedagógica, administrativa y currricular diferenciada, ya que no están sostenidos con fondos públicos. Solo de esta forma podemos continuar investigando y poniendo en marcha proyectos innovadores que impulsen el sistema educativo. Ahora, nuestra preocupación está en la supervivencia de los sectores más vulnerables de la educación privada, en lograr que las Administraciones les otorguen ayudas directas reales, sin condiciones imposibles de cumplir.
‘A.A.’.- ¿Cómo valoraría un seguro obligatorio?
JUAN SANTIAGO.- No hay un seguro obligatorio como tal. Lo que sí existe es un pago obligatorio a la Seguridad Social para aquellos alumnos desde 3ª de ESO, pero no hay ninguna contraprestación. Convendría potenciar este instrumento y que por el pago que se realiza se recibiese realmente algo de valor.
‘A.A.’.- En un curso ‘normal’, ¿cuántos alumnos recurren al seguro escolar?
JUAN SANTIAGO.- El que más se utiliza es el de Accidentes de Alumnos, con un uso casi cotidiano por los incidentes de los alumnos en los recreos o en las clases de educación física.
‘A.A.’.- El coste , ¿es una barrera para contratar un seguro?
JUAN SANTIAGO.- Como para todos, el coste importa y mucho. Sin embargo, no tengo la sensación de que los colegios quieran ahorrar con los seguros, sino que su preocupación va más encaminada a estar bien cubiertos a un precio razonable.
‘A.A.’.- ¿Cuáles son los desafíos que tienen, de cara al futuro, los colegios privados?
JUAN SANTIAGO.- Profundizar aún más en el ámbito de la utilización de las nuevas tecnologías. Me refiero a trabajar en la elaboración de un modelo metodológico que desarrolle realmente las competencias que nuestros alumnos van a tener que adquirir de cara a su futuro profesional y en el que el uso de estas tecnologías va a resultar fundamental.
‘A.A.’.- El sector asegurador ¿puede ser un buen aliado para afrontar los nuevos desafíos?
JUAN SANTIAGO.- Sin duda, pues otorga la tranquilidad de saber que, pase lo que pase, la actividad no se verá interrumpida y que frente a los problemas que puedan surgir también habrá una solución. El Seguro de continuidad de estudios es quizá el mejor ejemplo. Frente a una situación extraordinaria, que desgraciadamente le toque experimentar a una familia, como el fallecimiento de uno de los progenitores, garantizará que el alumno pueda finalizar su etapa educativa en el centro, pasando a ser asumidos los gastos de escolarización por la aseguradora. De este modo, la familia no se verá obligada a cambiar al alumno de centro.
‘A.A.’.- ¿Qué debería mejorar el sector asegurador para mejorar su relación con ustedes?
JUAN SANTIAGO.- Debe modernizarse. Creo que no asimilado del todo las nuevas formas de comunicación entre empresa y cliente y la potencialidad de internet y las nuevas tecnologías. Para nosotros, es muy importante que la información sea clara y veraz, ya que sino queda la sensación de que el seguro busca siempre motivos para no pagar.
‘A.A.’.- ¿Estarían ‘abiertos’ a la creación de un grupo de trabajo para analizar los riesgos que les pueden afectar y buscar la mejor solución?
JUAN SANTIAGO.- Sí. Estamos abiertos a todo aquello que aporte valor a nuestros centros. De hecho, tenemos ya un Programa de Seguros que es útil y resuelve los problemas. I