Director general de Spainsif

"Las finanzas sostenibles están en una dimensión renovada"

Nunca la palabra sostenibilidad ha sido tan rentable. No hay más hay que ver las estimaciones de Moody’s para este año: la emisión mundial de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad alcanzará los 650.000 millones de dólares.

Lejos de ser una moda pasajera, la visión que tiene de la sostenibilidad Javier Garayoa siempre ha sido la misma: “Un objetivo ineludible, en las finanzas y en cualquier actividad humana que crea riqueza”. “Lo que ha cambiado es el enfoque de esta, redimensionando el ámbito temporal y el contenido”, añade. 

Cuando el actual director general de Spainsif utiliza la palabra sostenibilidad lo hace contemplando el medio y, sobre todo, el largo plazo. “Hay que contemplarla, si nos referimos a las finanzas, en una dimensión renovada, no siendo compatible con aproximaciones cortoplacistas, puramente especulativas, de alto riesgo y tan malas experiencias”.

“El compromiso del Seguro con la sociedad les sitúa como unos de los más relevantes actores en la potenciación de las finanzas sostenibles en España”

¿El resultado? “El inversor consigue una rentabilidad que en muchos casos supera los índices de referencia, aportando valor a todos los grupos de interés”. 

Parece increíble que esta no sea la tendencia por excelencia. Por eso, Garayoa reconoce que cada vez se habla más de finanzas sostenibles y responsables: “Copando titulares, estudios y eventos, porque se pone en evidencia que los impactos positivos para la sociedad son compatibles con la rentabilidad para el inversor aportando valor para las compañías”. “Todos los grupos de interés salen beneficiados”, añade. 

REAJUSTAR PRIORIDADES

Este matrimonio perfecto entre inversión y sostenibilidad se convierte en una necesidad global si miramos los riesgos del cambio climático: “Ante estos riesgos globales, en la COP 21 de París se alcanzaron unos compromisos de descarbonización que han ido reforzándose con iniciativas como el Pacto Verde Europeo, de finales de 2019. También la Ley Europea del Clima, de 2020, que se plantean reducir en un 55%, de aquí a 2030, las emisiones de gases de efecto invernadero”. “El objeto es llegar a 2050 siendo Europa el primer continente climáticamente neutro”. Por ello, en cuanto al protagonismo de las empresas, dependiendo de cada sector, en esta revolución ambiental afirma que “irá relacionado directamente con sus políticas de RSC, concretamente con las medidas de adaptación a modelos de bajas emisiones y eficiencia energética”.

Queda camino y muchas barreras que superar: “2020 ha sido un año nefasto en todos los sentidos; sanitario, social y económico, del que tanto los gobiernos como la sociedad en general están sacando un aprendizaje doloroso que, tras la parálisis inicial, obliga a “acelerar planes” y “reajustar prioridades”, como así lo reflejan las últimas declaraciones del Foro de Davos cuando se plantean adelantar la Agenda 2030".

Seguro, actor principal 

Este camino verde está liderado por las aseguradoras que “están llamadas a ser los grandes inversores institucionales a largo plazo”, afirma Garayoa. Sobre todo “en materia de sostenibilidad ligada a los activos verdes, alineadas con los objetivos del Pacto Verde europeo hacia la transición y la neutralidad energética para 2050”.

“Las compañías aseguradoras son actores principales desde distintas posiciones; actuando directamente en la cobertura de los riesgos generales, demandando productos de inversión sostenible, como inversores institucionales, e intermediando y ofertando productos ASG desde sus gestoras de activos y redes comerciales”, revela.  

Subraya el papel del sector nacional “como demandantes y oferentes de productos de inversión sostenibles, que históricamente tenía mayor desarrollo en países de nuestro entorno, como Francia, Reino Unido y Alemania”.  Queda claro. El papel del seguro gana protagonismo y "es ineludible". “En una situación como la actual, de cara a potenciar la reconstrucción económica derivada de la pandemia, el compromiso del Seguro con la sociedad le sitúa como unos de los más relevantes actores en la potenciación de las finanzas sostenibles en España”, augura. 

CLAVES

1- Colaboración pública-privada 
“La pandemia Covid-19 es un ejemplo de los riesgos globales a los que estamos expuestos. Nos ha concienciado de la necesidad de afrontar estos riesgos globales mediante la colaboración pública-privada a nivel mundial, poniendo el foco en los aspectos ambientales y sociales (sostenibilidad del sistema), implicando a los ciudadanos, empresas y gobiernos”. 

2- España es sostenible 
“España es un país que está apostando por la sostenibilidad. Como iniciativas destaca el Plan Nacional Integral de Energía, que tiene previsto movilizar 241.000 millones, 20% de carácter público y un 80% privada, y el Proyecto de Ley de Cambio Climático. Respecto a las inversiones sostenibles, según los datos del Estudio de Spainsif del 2020, se ha multiplicado por ocho en los últimos diez años, 2009-2019, Podemos afirmar que el sector privado, la industria de la gestión de activos, apuesta por este tipo de inversiones, alineada con Europa”.

3- Tendencias futuras
"Pensando en un mercado global europeo, las tendencias apuntan a un proceso regulatorio profundo, que fije criterios de transparencia, riesgos (financieros y no financieros) y protección del inversor (retail e institucional). Junto a las siguientes prioridades; propiciar el largo plazo en las inversiones, la transición energética hacia un modelo neutro en emisiones de carbono y el impulso de proyectos sociales ligados con la creación de empleo y bienestar (incluidos salud, educación, asistencia a la tercera edad, …)”.