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Todavía vivas las imágenes de la tragedia de las Torres Gemelas, será difícil olvidar los daños a la sociedad y el cambio que supuso en la vida de los ciudadanos.
Ya en los primeros días estuvo muy presente el seguro de las Torres y los problemas que se derivaron por una defectuosa contratación. (El contrato no estaba firmado y la base documental fue “la propuesta” WilPro). Siguiendo pautas habituales de las pólizas de RC, surgió el dilema de si estábamos ante un siniestro o dos (siniestro en serie), cuando en realidad se había contratado una sola póliza para ambas Torres, después del cálculo de PML basado en el impacto de una avioneta que destruiría cuatro pisos de una torre y causaría importantes daños por agua. Pronto Swiss Re tomó la iniciativa, soportando críticas de todas partes, y llevó el tema a los tribunales. Se trataba de un solo siniestro. Después de que las partes gastaran casi 60 millones de dólares cada una en abogados, los tribunales, seis años después, dieron la razón a la reaseguradora y a las otras 20 compañías que la acompañaron.
Hasta hoy, 40.000 personas han recibido un total de 9.000 millones de dólares por daños y perjuicios
Pero si al principio fue el Seguro de Daños el que acaparó la atención, lo más importante de encontrar la fórmula para compensar a las víctimas del ataque y a todos derivaba de los que sufrieron las secuelas. El 40% de las víctimas no han podido ser identificadas, a pesar de que existen 8.000 muestras que no han podido asignarse.
Tras el impacto de los aviones se calcula que un millón de toneladas de escombros y polvo se esparció por las calles. El polvo contenía gran cantidad de asbesto, fibra de vidrio, dioxinas, ácido sulfúrico… Al principio los afectados sufrían tos, dificultades para respirar y dolor en el pecho, además de enfermedades mentales. A día de hoy se han detectado 68 tipos de cáncer diferentes.
Después de ciertas reticencias de los políticos, en el año 2011 se constituye un fondo de 4.000 millones de dólares para compensar a las víctimas, incluidos los más de 400 bomberos, policías, voluntarios, y trabajadores de la limpieza… De las algo más de 9.000 demandas iniciales, el 95% aceptó, nueve años después, un arreglo extrajudicial. La compensación media ascendió a algo más de 77.000$.
Pronto se demostró que este fondo era insuficiente ante el goteo continuo de nuevos casos. La presión de los medios de comunicación, los afectados y algunos políticos ha hecho que en 2019 ese fondo se prorrogue hasta 2092. Se calcula que pueden existir unos 80.000 afectados. Hasta hoy, 40.000 personas han recibido un total de 9.000 millones de dólares por daños y perjuicios.