La interacción entre envejecimiento y economía, como resultado de conjugar una serie de variables –salud, seguridad, educación, progreso, bienestar social, acceso a servicios, etc.- que caracterizan a las naciones avanzadas, ha dado lugar a ese fenómeno que se ha dado en llamar Silver Economy, la economía plateada, derivada del Silver Market, tal y como empezó a conocerse en Japón ante el envejecimiento de su población. O bien, como Ageingnomics, un neologismo acuñado por MAPFRE y Deusto Business School. Nadie escapa a esa realidad que estos términos describen sobre la imparable tendencia al envejecimiento de la población. De ahí que se hable de la silverización de los sectores, de planes y de nuevos yacimientos de empleo.
Como futuro motor económico muy ligado a la innovación tecnológica, algunas aseguradoras han empezado a analizar los futuros escenarios que se plantean. El Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE destaca que el impacto económico y social de las actividades que desarrollan hoy los mayores de 55 años representa el 25% del PIB europeo; pero, en 2025 supondrá el 37,8% de sus empleos. La Comisión Europea augura un gran impulso de la economía basada en bienes y servicios para los mayores.
Juan Fernández Palacios, como director del Centro Ageingnomics de Fundación MAPFRE que inició su andadura en 2016, valoraba en una reciente entrevista la aportación de los trabajadores sénior: conocimiento, experiencia, capacidad reflexiva, visión de alcance, capacidad de gestión, contactos e identificación de personas clave. El Mapa del Talento Sénior 2021 de esta institución ofrece una interesante perspectiva. En España hay 15,5 millones de personas, el 32% de la población, mayor de 55 años. Suponen casi una de cada tres personas. La población entre los 55 años y los 70 años alcanza los 8 millones de personas, cifra similar a los jóvenes entre los 15 y los 30 años. La población activa mayor de 55 años es de 4,1 millones de personas, alrededor del 18% de todos los activos del país; la ocupada supone 3,6 millones. El 90% de los trabajadores sénior tienen contratos a tiempo completo, tres cuartas partes trabajan en el sector privado y solamente un cuarto lo hace en el sector público. Uno de cada cinco activos españoles es sénior.
En España hay 15,5 millones de personas, el 32% de la población, mayor de 55 años
También respecto a los problemas de empleabilidad del sénior el panorama es preocupante por la escasa afición de las empresas a contratar personas a partir de los 55 años. De hecho, la principal motivación para emprender a esas edades es la necesidad. Pero los mayores, como colectivo, tienen sus propias características: disponen de tiempo libre, poseen patrimonio, se cuidan y aprovechan para hacer lo que les agrada, desde cuidar a otros familiares a viajar, encontrarse o desarrollar aficiones.
Nada de esto pasa desapercibido para los aseguradores, que tienen potencial para coordinar ese sinfín de servicios que los mayores precisan. Informes como el citado, o el de Santalucía sobre Tendencias e Innovación Seniors y Silver Economy, dibujan un panorama esclarecedor del fenómeno del envejecimiento, ligado a servicios y tecnologías. Estos informes, los productos específicos o que Fundación Mutualidad de la Abogacía haya presentado el primer Tratado de Derecho y Envejecimiento en España, y lance una propuesta de valor integral para sus mutualistas mayores, mandan un mensaje de que algo se mueve en la industria aseguradora.